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Con charlas, testimonios y teatro, Diploma en Habilidades Laborales UNAB celebró sus 10 años de compromiso con la discapacidad cognitiva

Con charlas, testimonios y teatro el programa conmemoró su aniversario. Egresados junto a sus empleadores también expusieron sus experiencias de inserción laboral.

Muchos egresados de este programa de formación socio-laboral trabajan en empresas en las que son valorados por su trabajo y aporte al ambiente laboral.

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Más de 200 egresados y 150 estudiantes vigentes en Santiago, Viña del Mar y Concepción avalan la excelencia de la formación inclusiva que entrega el Diploma en Habilidades Laborales de la U. Andrés Bello, un programa de formación socio-laboral dirigido a jóvenes con discapacidad cognitiva que imparte la Facultad de Educación y que esta semana cumplió una década de compromiso con la educación superior inclusiva.

“Estos 10 años de experiencia nos han permitido apreciar que estos jóvenes pueden realizar innumerables tareas en forma eficiente y ser un verdadero aporte en sus lugares de trabajo, si el entorno laboral es favorable y si existe la disposición a derribar barreras”, destaca María Theresa Von Furstenberg, directora del programa.

rel=»attachment wp-att-190474″>Esta conmemoración se da una semana después de que la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad de la ONU emitiera un informe sobre la realidad chilena. En Educación (artículo 24) su preocupación de que “no existan esfuerzos de las autoridades gubernamentales para promover la educación inclusiva superior«. Ante lo cual recomienda: «asegurar la accesibilidad a las instituciones de educación superior, incluyendo mediante ajustes razonables en los procedimientos de admisión y todos los demás aspectos cubiertos por la educación superior«.

El Diploma en Habilidades Laborales no es una carrera universitaria, es un programa de formación socio-laboral que se realiza en un ambiente universitario y que está dirigido a jóvenes que han terminado su enseñanza media en proyectos educativos especiales. Una experiencia que, según la directora, confirma que la inclusión de estos jóvenes en educación superior es posible y exitosa.

Pese a ello nuestros estudiantes no pueden acceder a beneficios públicos. Después de mucho pelear logramos que accedieran de manera extraoficial al pase escolar. Pero no tienen acceso a financiamiento público, como el CAE o becas como las que otorga Senadis. No pretendemos ser una carrera universitaria, pero tal vez habría que flexibilizar la norma: si un alumno con discapacidad cognitiva se está formando en una casa de estudios universitaria, en un instituto profesional o en un centro de formación técnica debería ser sujeto de los mismos derechos que los otros estudiantes”, enfatizó María Theresa Von Furstenberg.

Valeria Valdés, alumna del Diploma en Viña del Mar, es miembro de la Comisión Asesora Presidencial sobre Inclusión Social de Personas en Situación de Discapacidad y presidenta de la agrupación Líderes con Mil Capacidades Chile. “Yo siempre tuve el sueño de estudiar en la universidad, pensaba: si mi hermana está ahí ¿por qué yo no lo puedo hacer? Así que cuando supe del programa no lo dudé”, relató.

De hecho, ese es uno de los temas que ha planteado en la comisión: “Yo he hablado de la educación (…) que las personas con discapacidad intelectual tienen que recibir un título en vez de un diploma”, explica. La semana pasada, dijo, la Comisión Presidencial entregó su informe al Ministerio de Desarrollo Social.

El aniversario

“Este programa es un motivo de profundo orgullo, porque queremos ser una universidad inclusiva, desde todo punto de vista, y este diploma es para nosotros el símbolo de la inclusión. Este programa pionero en Chile, adaptado a las necesidades específicas de cada estudiante, ha permitido el acceso de estos jóvenes con discapacidad cognitiva a la vida universitaria, lo que aporta en su desarrollo personal y profesional, pero que también ha permitido que nuestra comunidad no entienda la igualdad como uniformidad sino como respeto a las diferencias”, subrayó José Rodríguez, rector de la UNAB en la ceremonia aniversario, que se realizó este miércoles en el Campus Casona, en Santiago.

rel=»attachment wp-att-190490″>En la jornada, el sacerdote jesuita Fernando Montes subrayó la urgencia de que Chile se abra a la inclusión en todos los niveles para generar mayor igualdad. “Chile no va a ser moderno si no es inclusivo, y no sólo de clases sociales sino de que nadie se sienta despreciado o menospreciado (…) Con un programa como éste uno está tocando el alma de lo que debe ser un país desarrollado, porque se centra en el ser humano y esa una enorme lección para todos nosotros”, expresó.

Egresados junto a sus empleadores también expusieron sus experiencias de inserción laboral. Álvaro Corbalán, egresado de la promoción 2009 del Diploma, hoy trabaja como asistente de sala en un local de farmacias Salcobrand en Las Condes, después de hacer allí su práctica. “Mi relación con mis jefes es excelente, con respeto, profesionalismo y empatía. Y con mis compañeros, es alegre y de amigos. Mi experiencia ha sido muy reconfortante y gratificante, he aprendido mucho, he mejorado mi autoestima, mis capacidades, mi independencia y mi autonomía”, expresó.

La celebración terminó con la presentación de la obra de teatro “La pérgola de Las Flores”, protagonizada por estudiantes del programa y dirigida por Francisca Salazar.

Antecedentes

En 2005, un grupo de padres y familias de jóvenes con discapacidad cognitiva, egresados de enseñanza media con proyectos de integración escolar, se acercaron a la UNAB a pedir ayuda. Así, en 2006, nació el Diploma en Habilidades Laborales (DHL) con la misión de prolongar la inclusión educacional en la educación superior y prepara a estos jóvenes para trabajar.

Hoy el programa dura 3 años, divididos en 6 semestres, es de régimen diurno y se imparte en las tres sedes UNAB: Santiago, Viña del Mar y Concepción. Los requisitos de postulación son: presentar necesidades educativas especiales (NEE) por discapacidad cognitiva, contar con licencia media o equivalente en educación especial, autonomía básica que posibilite su adaptación a un ambiente educacional abierto y ausencia de trastornos conductuales incompatibles con la inclusión educacional.

Durante su formación los jóvenes pueden optar por una mención en gastronomía, viveros y jardines, veterinaria, educación o administración. Muchos egresados hoy trabajan en diseño gráfico, restaurantes, hoteles, empresas periodísticas, supermercados, estudios jurídicos y jardines infantiles, incluso algunos han sido contratados por la universidad.

Más información en http://facultades.unab.cl/educacionycssociales/

 

Escrito por: Prensa-UNAB