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Advance FEN UNAB: La experiencia laboral transformada en un título profesional

Tras una extensa carrera laboral, Gonzalo Ponce y Sergio Valencia fueron los mayores de sus clases cuando decidieron volver estudiar. Sin embargo, esto sólo les confirmó que, pese al paso del tiempo, aún podían cumplir sus metas. Experiencia que ahora traspasan como académicos a sus propios alumnos.

Tras una extensa carrera laboral, Gonzalo Ponce y Sergio Valencia fueron los mayores de sus clases cuando decidieron volver estudiar. Sin embargo, esto sólo les confirmó que, pese al paso del tiempo, aún podían cumplir sus metas. Experiencia que ahora traspasan como académicos a sus propios alumnos.

target=»_blank»>Programa Advance en la Facultad de Economía y Negocios de la Sede Viña del Mar.

«Yo sé que puedo ser mejor de lo que fui ayer. Ése es mi objetivo», dice Ponce, quien ingresó al programa en 2012. Tenía un título de profesor de Enseñanza Básica de la Duoc UC. Trabajaba junto a su padre en una oficina de contabilidad, pero sentía que sus conocimientos no eran suficientes. «Quería darle un plus profesional mayor a la empresa familiar, poder entregar otros servicios y también captar nuevos clientes. Además, para mi desarrollo personal era importante seguir estudiando».

Por su parte, Valencia contaba con un título en auditoría del Instituto de Comercio de Valparaíso y años de experiencia laboral a través de su propia oficina de contabilidad, cuando decidió postular a un magíster, pero no fue aceptado debido a que no contaba con el currículum académico necesario. Esa situación gatilló una búsqueda incansable para lograr lo que le faltaba: un título profesional.

«Era como un cubo rubik con todos su colores dispersos. Tenía que encajar y mover las piezas, para así llenar vacíos y poder pararme de otra manera como profesional», cuenta. Tras conocer el programa Advance, no lo dudó y decidió volver a estudiar: «Vi que esta era mi oportunidad para poder titularme como contador auditor».

De alumno a profesor

Tanto Ponce como Valencia fueron los mayores de sus clases, experiencia que les confirmó que, a pesar del paso del tiempo, era posible volver a la universidad para cumplir sus metas y seguir avanzando en la carrera que por años habían construido.

«Había profesores jóvenes que ya tenían sus grados y magísteres. Vi pasar la vida durante mucho tiempo y ahora me subí. Con esto he logrado lo que quería, pero también ser un ejemplo para mis hijos y demostrarles que a pesar de mi edad, sí se puede», recalca Ponce. Aspectos en los que coincide Valencia: «Siempre he ido quedando a la cola y soy el más viejo a donde voy. Sin embargo, a pesar de mi edad estoy muy contento porque he podido ir surgiendo».

Advance no sólo les dio la oportunidad de sumar nuevas herramientas a sus trabajos, sino también les abrió las puertas de la docencia, lo que les permitirá entregar toda la experiencia y los conocimientos que han adquirido en sus extensas carreras profesionales.

«Para mí ser docente es devolver la mano a los profesores que tuve, es entregar lo que ellos me entregaron, y poder relacionarme de una forma cercana con mis alumnos», afirma Ponce. «Siempre en las primeras clases les pregunto a los alumnos qué hacen y a qué se dedican, para que así todos los ejemplos los podamos aplicar a los trabajos de cada uno».

Valencia asegura estar muy entusiasmado con el desafío de hacer clases en el mundo universitario. «Ha sido todo un proceso de 30 años de ir creciendo con la oficina y de estudiar mucho. Siempre he estado estudiando. Ahí está el secreto y eso me gustaría transmitir», destaca.

Formalizar los conocimientos

Ponce se tituló con honores y hoy se encuentra haciendo un Magíster de Tributación en la UNAB, donde ha aplicado todos los conocimientos adquiridos en Advance, en especial lo que aprendió durante su tesis, enfocada en medir los efectos de la reforma tributaria del gobierno de Sebastián Piñera en los clientes de su oficina de contabilidad.

«El programa me entregó una visión más macro de todos los componentes que influyen en el movimiento económico de nuestros clientes. Ahora cuando hago una asesoría no sólo veo si se puede hacer o no una acción, sino que sé todas las implicancias», detalla. A esto agrega que los estudios le permitieron conceptualizar muchas cosas que hacía de forma natural. «Me di cuenta de todo lo que hacía y le puse nombre».

target=»_blank»>SRV Auditores-Consultores, donde tiene más de 80 clientes y donde la mayoría de los trabajadores egresaron de la UNAB.

Pero lo más importante es que logró concretar una meta personal, que había quedado relegada tras la falta de un título profesional: «Entré a Advance con un objetivo final que era llega al magíster y ahora lo estoy cumpliendo en la Universidad Andrés Bello».
 
 

Escrito por: Patricia Zvaighaft