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Fórmulas para cuidar y reutilizar el agua

Diariamente las personas utilizan un promedio de 200 litros de líquido. María Vicenta Valdivia, experta en manejo de recursos hídricos de la U. Andrés Bello, entrega recomendaciones para reciclar el agua y administrar de manera eficiente este vital elemento. Cada persona usa en promedio una tina llena de agua al día. Una llave que pierde […]

Diariamente las personas utilizan un promedio de 200 litros de líquido. María Vicenta Valdivia, experta en manejo de recursos hídricos de la U. Andrés Bello, entrega recomendaciones para reciclar el agua y administrar de manera eficiente este vital elemento.

Cada persona usa en promedio una tina llena de agua al día. Una llave que pierde una gota por segundo, por ejemplo, desperdicia alrededor de 5 litros de agua por día: el doble de lo que una persona bebe a diario. Es un bien escaso en el mundo y en Chile, a raíz del terremoto, tuvo a regiones sin su suministro.

“El agua potable chilena es de bastante mejor calidad si lo comparamos con otros países de la región. Anque es cierto que luego del terremoto y el tsunami, ciertas condiciones podrían poner en riesgo parte de la calidad de las aguas en las zonas costeras más afectadas”, sostiene María Vicenta Valdivia.

La experta hace un llamado a no desperdiciar el vital elemento y da algunas sugerencias para su uso racional:

-No dejar correr el agua al lavarse los dientes.

– Las duchas debieran ser breves e interrumpidas: cortando el agua cada vez que no se usa. 

– Evitar dejar correr el agua cuando se lava ropa a mano o la loza.

-El riego de jardines, plantas de interior o balcones debe ser moderado y a las horas de menos calor.

-No deje que el agua se escurra en goteras de llaves y cañerías.

¿Qué pasa con las aguas residuales?

Las aguas residuales corren por los acueductos del alcantarillado. Son aguas sucias que vienen de casas y fábricas. Se estima que en promedio cada persona produce 140 litros de este tipo de residuos líquidos al día, es decir, aproximadamente media tina. El agua del baño, los detergentes y el agua sucia de la lavadora y del lavaplatos llegan hasta las aguas subterráneas.

Lo ideal sería que la mayor parte de esta agua residual pudiera reciclarse y ser reutilizada. Por ejemplo, lavando los platos dentro en un recipiente plástico y reservar esta agua jabonosa para luego lavar el auto. Cuando se llena la tina para un baño, el agua se puede reutilizar para baldear la vereda o el patio o, incluso, para higienizar a nuestras mascotas.

Otros de los consejos que entrega Vicenta Valdivia es que al lavar los platos se separen los restos de comida del agua, «de manera que los restos orgánicos no pasen por el tubo de desague para así convertirlos en compost (masa orgánica que se degrada de forma natural), ya que estos nutrientes se usan como abono para plantas”.

Jimena Araya

jimenaaraya@unab.cl

Escrito por: Prensa-UNAB