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ORGULLO UNAB | Nutricionista relata cómo es alimentar a 4 mil reos en cárcel Santiago 1

Verónica Claverie egresó hace dos años de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello y hoy se desempeña en una labor que se traduce en una máxima responsabilidad, estar pendiente de cada detalle de la alimentación de los internos de la cárcel Santiago 1. Esta es la historia de un Orgullo UNAB.

La responsabilidad es grande: Estar pendiente de cada detalle de la alimentación de 4 mil reos en la cárcel Santiago 1 y Verónica Claverie lo cumple con creces.

Efectivamente, a sus 27 años esta joven que se tituló en el 2017 de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello tiene el cargo de supervisora de logística en el recinto carcelario.

Veronica Claverie junto a sus padres.

¿Por qué estudiaste Nutrición?

Fue difícil saber qué estudiar porque me gustaban muchos las artes plásticas, pero conversando con mis padres, como se hace siempre antes de elegir algo, arte no era una carrera muy viable, ya que en Santiago no se puede vivir de eso. Entonces, fue cuando comencé a ver otras carreras y encontré el área de la salud, pero no podía elegir cualquiera porque tengo problema con la sangre. La carrera de nutrición reunía varias cosas que me gustaban como ayudar a la gente, poder educar sobre alimentación, y la biología y la ciencia. Fue ahí cuando llegué a esta carrera.

¿Qué herramientas te proporcionó la UNAB para tu desarrollo profesional?

La UNAB tiene una carrera muy completa. Habla de todas las áreas en las que uno se puede desempeñar como nutricionista, de la parte clínica, de la atención primaria y de la alimentación colectiva que es el área donde me desempeño yo. En las prácticas uno comprende lo que tiene que hacer en cada una de las áreas. Encuentro que me dieron todas las herramientas para desempeñarme como profesional, pero eso no quita que uno tenga que ir especializándose.

«En un principio la preocupación estaba en que iba a trabajar en una cárcel, nunca en mi vida me había acercado a una cárcel por lo tanto daba miedo. No trabajo directamente con los imputados, pero sí los tengo muy cerca y da temor, esa fue la primera barrera que tuve que vencer.»

¿Cómo llegaste a ser nutricionista del recinto carcelario Santiago 1?

Me recomendó una profesora. Yo llevaba un tiempo buscando trabajo, ya que en muchos lados te piden experiencia, un recién titulado tiene su internado y no en todos lados lo reconocen como una experiencia profesional. Fue cuando me acerqué a mis tutores de internado para consultarles si alguno de ellos sabía de algo, si tenían alguna referencia a la que yo pudiera acercarme para poder empezar a trabajar y fue cuando Camila Astudillo, mi tutora de internado de institucional, me recomendó Santiago 1, me presenté a la entrevista y quedé trabajando en marzo del año pasado.

¿Cómo es tu labor ahí?

Mi cargo es supervisora de logística. Junto a otros compañeros, supervisamos la entrega de la alimentación a todos los imputados que están dentro de Santiago 1. Entre las tareas que me corresponde realizar, está supervisar la recepción de la alimentación en este recinto carcelario y hay que chequear que las temperaturas sean las adecuadas, que no se pierda la cadena, que no tengamos proliferación bacteriana y que la comida estropee. No podemos tener ninguna falla porque tendríamos cuatro mil internos intoxicados. Tenemos que siempre revisar los lotes, las fechas de elaboración, de vencimientos y las características de cada preparación. Tengo que recorrer varios módulos, donde hay una persona que les entrega la alimentación, yo tengo que revisar que a cada uno de estos módulos les llegue la alimentación necesaria y a la temperatura adecuada, además que la persona que va a entregar la alimentación cuente con todas sus barreras sanitaras como mascarilla, guantes, etc. Todo esto se registra en planillas y se guarda, todo se registra, hora, temperatura, quién trabajo, si el lugar estaba limpio, etc.

«Yo no tengo prejuicios por trabajar ahí. Es un excelente trabajo y una gran escuela. Es un lugar donde yo puedo obtener una gran experiencia laboral que creo que no voy a tener en otro lugar. Trabajar con 4 mil comensales diarios en tres servicios – desayuno, almuerzo y cena- solamente se compara con un contrato minero».

¿Cuáles son las dificultades que has tenido que enfrentar en dicho lugar?

En un principio la preocupación estaba en que iba a trabajar en una cárcel, nunca en mi vida me había acercado a una cárcel por lo tanto daba miedo. No trabajo directamente con los imputados, pero sí los tengo muy cerca y da temor, esa fue la primera barrera que tuve que vencer, el miedo a que voy a trabajar en un recinto penitenciario. Luego fue enfrentar los turnos. Se trabaja en turnos de 5 por 2, lo que quiere decir que son 5 días trabajados por dos libres que pueden ser cualquier día de la semana, con dos domingos libres al mes. Tengo horarios diferentes uno que va de 8 a 18 y otro de 10 a 20 horas. Dentro de la seguridad, al principio cuesta acostumbrarse a tener tan cerca a los internos. Si bien cuando se entrega el servicio ellos están separados por una pared y se les entrega por una escotilla, cuando ellos van a los tribunales, al abogado, pasan muy cerca de nosotros y nos separa gendarmería. En un principio, fue chocante para mi y tendía a esconderme cuando pasaba un grupo de 50, 100 personas al lado mío, pero a medida que pasa el tiempo, tomas más confianza y sabes en qué lugares esperar mientras ellos pasen para no tener ningún problema y gendarmería siempre está resguardando nuestra seguridad.

¿Crees que existen prejuicios en cuanto al tipo de lugar donde trabajas?

Yo no tengo prejuicios por trabajar ahí. Es un excelente trabajo y una gran escuela. Es un lugar donde yo puedo obtener una gran experiencia laboral que creo que no voy a tener en otro lugar. Trabajar con 4 mil comensales diarios en tres servicios – desayuno, almuerzo y cena- solamente se compara con un contrato minero. En Santiago es difícil que pueda obtener una experiencia mejor. No le veo nada malo. Sí hay gente que le complica trabajar en una cárcel y me lo han comentado, pero por mi parte y la de mi gente cercana, encuentran que es un trabajo digno y bien visto. Estoy logrando tener una gran experiencia como profesional, como persona, he aprendido muchísimas cosas en el último año.

¿Es una gran responsabilidad entonces tu cargo?

De nosotros depende que la comida esté en las condiciones óptimas para que el comensal no se enferme, no se intoxique, ya que tener una intoxicación masiva, de 4 mil personas, no sería fácil.

¿Cómo te definirías en una frase?

Difícil pregunta. Me defino como una persona responsable, perfeccionista y luchadora.

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

No tengo mucho tiempo libre, pero me gusta salir, compartir con mi familia, con mi pololo, tengo una perrita y sacarla a pasear. Cuando tengo dos días libres juntos, vamos a la playa, salir al aire libre, despejarme. En mi trabajo cada día es una aventura nueva, por eso lo que más me gusta es estar al aire libre y descansar.

¿Cuáles son tus metas en lo personal y profesional a mediano y corto plazo?

En lo personal, todos queremos seguir creciendo como persona y ser una mejor persona cada día y lograr con el fruto de mi trabajo tener en un tiempo futuro una propiedad, tener una familia. En lo profesional, me gusta mucho el área donde me estoy desempeñando, alimentación colectiva, en un futuro me gustaría estar como nutricionista en una central de alimentación o haciéndome cargo de una central de alimentación como una administradora, tal vez contrato en que pueda desempeñar todos mis conocimientos.

Escrito por: Sonia Tamayo