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VOZ EXPERTO | Claves para que un equipo de profesionales contribuya a la inclusión

Katherine Dinamarca, secretaria académica del postgrado de la Facultad de Ciencias de la Rehabilitación UNAB, detalla aspectos relevantes del Diplomado en Educación y Rehabilitación para niños con necesidades educativas especiales, que imparte esta casa de estudios.

Chile ha avanzado en el reconocimiento formal de la existencia de las personas que viven en situación de discapacidad y de manera paulatina ha implementado políticas públicas que buscan resguardar su atención y cobertura en ámbitos relacionados con la salud y la educación. En este contexto, la inclusión educativa de un niño con necesidades especiales supone un enorme desafío para el Estado pues implica coarticular dos ministerios en el proceso: Mineduc.

“La legislación educativa actual es bastante ordenada en relación a establecer criterios y medidas para escolarizar a este grupo de niños. A través de estas políticas, se ha clarificado el establecimiento educativo, la modalidad de atención y la cobertura de especialistas con las que puede contar un niño con necesidad especial y su familia”, explica Katherine Dinamarca, fonoaudióloga y secretaria académica de Facultad de Ciencias de la Rehabilitación de la U. Andrés Bello.

Katherine Dinamarca, secretaria académica del Postgrado de la Facultad de Ciencias de la Rehabilitación UNAB, detalla aspectos relevantes del Diplomado en Educación y Rehabilitación para niños con necesidades educativas especiales, que imparte esta casa de estudios.

Efectivamente, en la actualidad, un niño que es diagnosticado tempranamente con alguna patología obtiene cobertura tanto en el ámbito sanitario como en el educativo. Conforme este niño crece, es escolarizado de acuerdo al protocolo de ingreso que describe el Decreto 83/2015 el que aprueba criterios y orientaciones de adecuación curricular para estudiantes con necesidades educativas especiales de educación parvularia y básica.

“Al ingresar al establecimiento educativo que lo acoge, este niño cuenta con la atención de educadora diferencial, fonoaudiólogo, terapeuta ocupacional, psicólogo, psicopedagogo, educadora de párvulos, profesora de educación básica, etc.; quienes deben coarticular su trabajo con el objetivo de eliminar o atenuar las barreras que este niño pueda tener para aprender”, subraya la experta.

Todo esto supone un desafío para todo el equipo de profesionales, quienes, para poder desempeñarse de una forma activa, participativa, que aporte y contribuya a la inclusión deben seguir las siguientes claves:

  • Poseer conocimientos respecto a la normativa legal vigente y comprender el contexto histórico respecto a la educación especial en Chile. Comprender este proceso permitiría permeabilizar y sensibilizar respecto a la importancia que reviste el proceso de intervención colaborativa.
  • Comprender el trabajo en equipo y el rol que cada profesional tiene en él, valorando la participación de cada uno.
  • Desarrollar habilidades y destrezas para trabajar en equipo con capacidad de tomar decisiones en función de los objetivos de intervención del usuario, valorando el aporte de cada uno con una mirada colaborativa.
  • Conocer el proceso educativo actual en Chile, valorando el trabajo de la profesora de aula, con el fin que su intervención sea un aporte no sólo para el niño en situación de discapacidad, sino que para toda la clase.
  • Diseñar adecuaciones curriculares contingentes a su diagnóstico, al currículo escolar y a sus potencialidades, colaborando con el diseño de estrategias de aprendizaje que tributen a potenciar la participación activa de este dentro del aula.

Ante este contexto, la U. Andrés Bello dictará desde abril el Diplomado.

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Escrito por: Sonia Tamayo