VI Encuesta Instituto de Salud Pública: Nota promedio del sistema de salud cae a 3,5 y anota su peor registro en seis años
La baja del promedio se explica principalmente por los afiliados a Fonasa, cuya evaluación disminuyó 0,5 décimas desde el promedio registrado en 2014. En tanto, la calificación de los usuarios de Isapres subió 0,1 décimas.
- La baja del promedio se explica principalmente por los afiliados a Fonasa, cuya evaluación disminuyó 0,5 décimas desde el promedio registrado en 2014. En tanto, la calificación de los usuarios de Isapres subió 0,1 décimas.
- El Índice de Experiencia de Calidad, que siempre se había mantenido estable y considerablemente por sobre el Índice de Percepción de Calidad, anotó una fuerte caída de 8,1 puntos este año, acortando así la brecha entre ambos.
rel=»attachment wp-att-180982″>Una baja general de 0,4 décimas registró el promedio de evaluación al sistema de salud chileno y llegó a un 3,5 en 2015, anotando su peor registro en seis años. Aunque la experiencia de calidad permanece por sobre la percepción de calidad, este año las cifras mostraron por primera vez una fuerte reducción de la brecha.
Así lo arrojó la VI Encuesta sobre el Sistema de Salud Nacional, elaborada por el Instituto de Salud Pública (ISP) de la Universidad Andrés Bello (UNAB), en conjunto con GfK Adimark. La medición se aplicó en terreno a 1.199 personas residentes en el Gran Santiago, Gran Valparaíso y Gran Concepción.
La encuesta, que tiene un margen de error de +/- 2,85% con un nivel de confianza del 95%, determinó que en 2015 las calificaciones al sistema de salud volvieron a igualarse independiente si el cotizante pertenece a Fonasa (3,5) o Isapre (3,6). La baja del promedio se explica principalmente por los afiliados al sistema público, cuya evaluación cayó 0,5 décimas desde la nota 4,0 registrada el año anterior. Mientras que la calificación de los usuarios de Isapres subió 0,1 décimas.
«El sistema de salud chileno obtiene nota roja, con un 3,5 de promedio. Ello, es preocupante debido a que si bien se han entregado recursos al sistema público y el privado ha incrementado los precios de sus planes, la evaluación refleja que prácticamente no hay mayores diferencias entre ambos y la nota es roja en los dos casos. En el sistema público la explicación está dada principalmente por los tiempos de espera para alcanzar una atención en el sistema hospitalario y de urgencia», explica Héctor Sánchez, director ejecutivo del ISP.
La encuesta mide tres indicadores: el Índice de Percepción de Calidad, que evalúa cómo las personas creen que es el sistema en general; el Índice de Expectativa de Calidad, relacionado a cómo se percibe que será el sistema en el futuro; y el Índice de Experiencia de Calidad, que se basa en la evaluación del sistema desde una perspectiva personal.
Tras el alza que registró en 2014 por un aumento de las expectativas creado por los anuncios del gobierno, la percepción de calidad volvió a bajar este año pasando de 28,9 a 27,5 puntos. En tanto, la expectativa de calidad anotó su segunda baja consecutiva y disminuyó a 33,4 desde 35,2. Por su parte, la experiencia de calidad, que siempre se había mantenido relativamente estable, anotó una fuerte caída de 8,1 puntos este año y se ubicó en 43,4.
«La percepción de calidad siempre es más baja, porque en general los usuarios tienden a tener una visión negativa del sistema. Sin embargo, ésta suele mejorar una vez que son atendidos, por lo que la experiencia de calidad siempre obtiene un valor más alto en esta medición», resalta el experto. Pese a ello, este año –agrega– «por primera vez desde 2010, que realizamos esta misma encuesta, observamos una fuerte caída de la experiencia de calidad, lo que reduce la brecha entre ambos índices, y refleja que existe un deterioro de la atención recibida por los usuarios».
Otros resultados relevantes:
- Al analizar la evaluación del sistema de salud frente a la percepción –visión general– y la experiencia de los usuarios –visión individual–, ambos bajaron significativamente respecto al año pasado, y la calificación según experiencia presenta una tendencia negativa desde 2010.
- En cuanto a la última atención recibida, las notas de excelencia disminuyeron en todos los aspectos evaluados. La variable más crítica es tiempo de espera: un 30,6% lo califica con nota 6 y 7, una baja de cinco puntos respecto del año anterior; y un 46,5% con nota 1 a 4.
- De acuerdo a la encuesta, la percepción general frente al acceso a las distintas prestaciones médicas se observa como ‘muy demoroso, poco oportuno’ en general. No obstante, las que registraron mayor porcentaje de notas deficientes fueron: ‘poder operarse’ (65,1%), ‘atención en el servicio de urgencia de su hospital’ (64,6%), ‘obtención de horas médicas de especialidad en su hospital’ (63,4%), y ‘poder hospitalizarse’ (63,2%).
- Respecto de la experiencia de los usuarios, el acceso a prestaciones médicas también es calificado como ‘muy demoroso, poco oportuno’ en su mayoría, y los mayores porcentajes de notas deficientes se repiten en los mismos servicios: ‘atención en el servicio de urgencia de su hospital’ (60,6%), ‘poder hospitalizarse’ (59,4%), ‘poder operarse’ (58,3%), y ‘obtención de horas médicas de especialidad en su hospital’ (57,4%).
- La encuesta analizó la percepción en relación al gasto personal en salud, incluyendo remedios. Mientras la evolución del gasto actual se mantiene estable respecto de la medición del año pasado (48%), sube la percepción de que a futuro el gasto en salud aumentará, pasando de 53% en 2014 a 60% este año. El alza es transversal en los distintos segmentos.
- En cuanto a la cobertura y protección financiera, 8 de cada 10 encuestados señalan que la población chilena no está cubierta ni protegida con su plan de salud, mientras que 6 de cada 10 piensa lo mismo respecto de su propio plan de salud. En tanto, un 49,5% dijo estar ‘muy preocupado’ respecto a sufrir una enfermedad catastrófica que no esté cubierta por el AUGE, cifra que registró una disminución de seis puntos frente a 2014.
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Escrito por: Patricia Zvaighaft