El sedentarismo podría asociarse al tamaño del cerebro, advierte investigación en la que participa académico UNAB Viña del Mar
La investigación desarrollada por la Universidad de Granada en colaboración del profesor de Ed. Física, Juan Pablo Zavala, fue publicada en la revista Journal of Clinical Medicine y analizó la asociación entre diferentes comportamientos sedentarios y el volúmen de materia gris de más de 100 niños con obesidad.
El año 2019, la OMS declaró las siguientes recomendaciones sobre el uso de pantallas: los menores de dos años no deben ver pantallas; entre los dos y cinco años deben ver menos de 1 hora al día y los niños mayores de 5 años deben ver un máximo de dos horas al día. Y es que el buen funcionamiento de nuestro organismo, el ejercicio físico también es importante para el desarrollo del cerebro.
Así lo demuestra una reciente investigación de la Universidad de Granada publicada en la revista Journal Of Clinical Medicine en colaboración con el profesor de Ed. Física de U. Andrés Bello Viña del Mar, Juan Pablo Zavala que en los primeros días de abril, publicó un estudio que asoció un mayor tiempo de pantallas con menores volúmenes de materias gris en regiones específicas del cerebro.
A través de un análisis de la cantidad de materia gris de 100 preadolescentes con sobrepeso y obesidad, el estudio titulado “Comportamiento sedentario y volúmenes cerebrales totales en niños con sobrepeso y obesidad”, examinó la asociación entre diferentes comportamientos sedentarios y los volúmenes de materia gris que presentaba la población examinada.
«Resulta difícil cumplir estas recomendaciones en las condiciones actuales de confinamiento y restricción. Más aún, cuando la educación se desarrolla de manera on line con plataformas que nos obligan a una gran cantidad de tiempo usando pantallas, explica Zavala y agrega que “Si bien, existe gran cantidad de estudios previos que muestran la asociación del comportamiento sedentario con problemas de salud física, son escasos aquellos que examinan la relación del sedentarismo con el cerebro en niños y cómo el fitness cardiorespiratorio podría atenuar esa asociación”, explica Zavala.
Sobrepeso y tamaño del cerebro
En la muestra, participaron 100 preadolescentes de 8 a 11 años con sobrepeso y obesidad, pertenecientes al proyecto ActiveBbrains donde 39 de ellos, fueron niñas. El comportamiento sedentario del grupo, se determinó con el cuestionario YAP (Youth activity profile). Metodología de la cual se obtuvo información sobre el tiempo de exposicion a la televisión, los videojuegos y el tiempo sedentario total.
Por otra parte, explica Zavala, se realizaron resonancias magnéticas en un resonador Siemens para obtener información de los volúmenes cerebrales de estos niños. Mientras que a partir del uso de algunos software, se obtuvieron los volúmenes totales, los volúmenes de materia gris y materia blanca.
Ejercicio y rendimiento cognitivo
A partir de las evidencias obtenidas, la investigación determinó que a mayor cantidad de horas en comportamiento sedentario, además de incrementar diversos riesgos físicos, disminuyen los volúmenes de materia gris del cerebro. Mientras que en algunos de estos comportamientos, el fitness podría atenuar esa asociación.
“Las horas viendo televisión se asociaron negativamente con la materia gris, independiente del ejercicio fisico e índice de masa corporal de los niños estudiados. Así como también, diferentes comportamientos sedentarios se asociaron negativamente a volúmenes cerebrales (materia gris, materia blanca y volumen total) de niños con sobrepeso y/o obesidad”, puntualizó Zavala.
Impacto de la investigación
Respecto al impacto de esta investigación, el profesor Zavala explica que esta contribuirá de forma sustancial al conocimiento existente. “Ese estudio desarrollado por la Universidad de Granada, junto a un equipo multidisciplinario de especialistas, del cual formo parte, es pionero y creo que tendrá un gran impacto en la sociedad”.
“El comportamiento sedentario puede tener consecuencias en los volúmenes cerebrales, el rendimiento cognitivo, académico y en la prevención de trastornos degenerativos del cerebro en el futuro. Dos implicancias relevantes son, por una parte el rol de los padres en los tiempos de ocios de los niños y por otra parte el rol de la escuela que debe evitar que los niños pasen largas jornadas sentados en un silla”, puntualizó Zavala.
Escrito por: Natalia Cabrera