ORGULLO UNAB: Un kinesiólogo que busca mejorar la atención y rehabilitación de los pacientes y sus familias
Felipe González egresó en el 2011 de la Escuela de Kinesiología de la U. Andrés Bello. Este kinesiólogo ha ejercido en Clínica INDISA, en Clínica Los Coihues y, actualmente, se desempeña en la Unidad de Cuidados Intensivos en Clínica Alemana. Esta es la historia de un joven comprometido por mejorar la atención y rehabilitación de los pacientes y sus familias.
Felipe González Seguel es una de aquellas personas que no espera que las cosas sucedan y si bien hace un par de años no sabía qué estudiar, hoy está seguro de aportar para que la kinesiología y la salud en Chile avance.
Egresado en el 2011 de la importantes clínicas e incursionado en la investigación, presentando trabajos a nivel nacional como internacional.
Esta es la historia del actual kinesiólogo de la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Alemana, en Santiago:
¿Por qué decidiste estudiar Kinesiología?
La verdad, al comienzo no lo tuve tan claro. Solo me gustaba la actividad física y el deporte y, como asociaba la kinesiología con estos «temas», decidí estudiar esta carrera. Eso fue solo el comienzo, ya que después la versatilidad de la carrera me permitió elegir otras áreas.
¿Qué te ha entregado esta carrera en tu desarrollo personal?
Primero, en esta carrera conocí a mi actual señora, Pilar Camposano, quien es parte fundamental de mi vida. La carrera me entregó herramientas, estrategias y habilidades para el desempeño personal, tales como la perseverancia, el esfuerzo y el trabajo en equipo. Me entrego grandes amistades, que sé que puedo contar con ellos hasta el día de hoy.
¿Cuáles fueron las herramientas que te entregó la UNAB para tu desarrollo profesional?
El trabajo en equipo (tanto en lo personal como en lo laboral), la importancia que tiene la «mística» en los grupos de trabajo (al menos por parte de cuatro profesores), y reforcé la relevancia que tiene el concretar ideas. La kinesiología no va a mejorar con buenas intenciones, sino que más bien con acciones, hechos y resultados reales.
¿A qué te dedicas actualmente?
A la kinesiología intensiva (kinesiología en unidad de cuidados intensivos), con interés en la investigación.
¿Cómo ha sido tu desarrollo profesional? ¿Dónde has ejercido? ¿tus logros?
Mi desarrollo profesional aún está» en desarrollo». Espero no dejar de aprender y crecer, ya que así es como ayudo a que la kineisología y la salud en Chile avance. He ejercido en Clínica INDISA (por casi 7 años), en Clínica Los Coihues (por casi 2 años) y actualmente en Clínica Alemana de Santiago. ¿Mis logros? Difícil, creo que falta mucho para asumir que he tenido logros, pero parte del camino me ha ayudado a poder exponer trabajos de investigación a nivel nacional e internacional. Es un logro para mi el poder aportar a la kinesiología con conocimiento, con trabajo en equipo a través de sociedades científicas y a nivel laboral.
¿Cuáles son tus expectativas para futuro tanto en lo laboral como en lo profesional?
Espero seguir con la idea de aportar a la kinesiología chilena, con el propósito de mejorar la atención y rehabilitación de los pacientes y sus familias. La investigación y la innovación son herramientas que he aprendido en el Magister en Terapia Física y Rehabilitación, el cual ha facilitado mi visión futura y creo que son fundamentales para el desarrollo laboral y profesional que se necesita. En este magíster he aprendido que «la kinesiología no va a mejorar si pensamos como kinesiólogos».
¿Cómo evalúas el nivel de la kinesiología en el área de la Unidad de Paciente Crítico?
El nivel que tiene esta área es bastante bueno en comparación al camino recorrido por otras. En general, existe mucha motivación por parte de los kinesiólogos que trabajan en esta área. Si bien esto ha sido fundamental para su desarrollo, aún existe la necesidad de que se transforme en una especialidad formal (Especialidad en Kinesiología Intensiva). Falta mucho camino por recorrer en esta área, la cual depende de nosotros mismos. La kinesiología es una carrera relativamente nueva y más aún en el desempeño en Unidades de Cuidados Intensivos. Por lo mismo, creo que los que elegimos esta carrera tenemos el deber y la misión de hacer que sea mejor. Sin embargo, se ve muy frecuentemente el concepto «contratitis» en kinesiología intensiva: «Me contratan, y ahí me quedo». Las críticas sin un aporte concreto no ayudarán. Actualmente, es fácil opinar de muchos temas, es fácil ser «del montón» y es fácil quedarse en el «status quo». Si alguno quiere o necesita esto, no elija kinesiología como carrera. La kinesiología en Chile necesita más de nosotros que nosotros de la kinesiología. Así como decía un amigo: «Existen 3 tipos de personas: 1) los que ven las cosas pasar y viven felices (aceptan el mundo “como viene”); 2) los que no se dan cuenta que las cosas pasaron, y cuando algo pasa, preguntan: ¿QUÉ PASÓ?; y 3) los que hacen que las cosas pasen. De estos últimos se necesitan en la kinesiología intensiva.
¿Qué te gusta hacer en tus tiempos libres?
Actualmente: Triatlón, música y «estar en la casa» en familia. La actividad física y el deporte no solo son mis pasatiempos, sino que consecuencia de la vida como kinesiólogo: ejemplos y promotores de salud y actividad física.
¿Cómo te definirías en una frase?
Como dice un amigo: «Hago que las cosas pasen». Muy similar a una de las frases de Yoda: «No lo intentes. Hazlo, o no lo hagas, pero no lo intentes”.
¿Qué es lo más complicado de ser un kinesiólogo?
No pienso que algo sea complicado, como todo en la vida, depende de cómo uno mire las cosas. Si algo se complica, para mi es un nuevo desafío.
¿Cuál es tu máximo orgullo en la vida?
Estar casado con la mujer que amo, siento que elegimos bien. Mi familia ha sido un gran apoyo y ejemplo en mi vida y es un orgullo tenerlos. Me siento orgulloso de ser kinesiólogo.
Escrito por: Sonia Tamayo