Investigadores chilenos crean células in vitro que aseguran éxito de trasplantes de órganos
El nuevo estudio, realizado por científicos de la Universidad Andrés Bello y Oxford, trabajó con células T reguladoras que reducen las posibilidades de rechazo durante las cirugías de casi un 100%.
El nuevo estudio, realizado por científicos de la Universidad Andrés Bello y Oxford, trabajó con células T reguladoras que reducen las posibilidades de rechazo durante las cirugías de casi un 100%.
Un trasplante de corazón, riñón, hígado o cualquier órgano conlleva varios riesgos. Por ello, la medicina actual se ha propuesto evitar cualquier tipo de infección o patología generada como consecuencia del uso de inmunosupresores, que evitan el rechazo del órgano que recibe un paciente de un donante.
Para eso, la doctora en Biociencias Moleculares de la U. Andrés Bello Carolina Alarcón-Moore, desarrolló en conjunto con la Fundación Ciencias para la Vida, el laboratorio de investigación en trasplante de la Universidad de Oxford y el laboratorio de inmunología de la Universidad de Chile, una investigación sobre células T reguladoras (Tregs) generadas in vitro, que reducen las probabilidades de rechazo de un órgano en paciente trasplantado.
Las células creadas –que se generan a partir de linfocitos T vírgenes del propio paciente receptor del trasplante-, fueron probadas en injerto de piel de ratones y en trasplante de corazón también del roedor. Los resultados fueron esperanzadores: en ambos casos los linfocitos T reguladores redujeron casi en un 100% la probabilidad de rechazo del órgano trasplantado.
Efectos colaterales
La doctora Alarcón explica, que los linfocitos T reguladores fueron creados con el propósito de evitar o disminuir en el futuro el uso de drogas inmunosupresoras en pacientes transplantados. Esto porque estos medicamentos tienen efectos secundarios como dejar a las personas expuestas a infecciones e incluso a cáncer.
Estos linfocitos T reguladores podrían utilizarse en el futuro en humanos y aplicarse por vía intravenosa en el preoperatorio o bien en el post operatorio, dependiendo de la condición del donante. Por ejemplo, en el caso de un donante vivo se aplicaría previo al trasplante, si ya ha fallecido podría hacerse en el postoperatorio.
En donantes fallecidos el tiempo es un factor importantísimo para el éxito del trasplante, por la generación de estas células, por lo tanto, permiten ser utilizadas post trasplantes disminuyendo ostensiblemente el uso de drogas inmunosupresoras, que actualmente deben administrarse de por vida en pacientes trasplantados.
Sistema inmune
Pero el propósito de las células creadas por la doctora Alarcón no sólo es reducir el riesgo de rechazo del órgano trasplantado. También tiene la cualidad de que son células específicas para cada trasplantado y su donante, permitiendo al paciente tener un sistema inmune activo que le permita reaccionar de forma normal, evitando así las infecciones.
La doctora Alarcón estima que los linfocitos T serían aplicables en humanos en el mediano plazo. Ahora ella se apronta a seguir trabajando en la misma línea en el laboratorio del Instituto de Transplante de Harvard (USA) junto al doctor Terry Strom.
Escrito por: Prensa-UNAB