Dos estudiantes de UNAB Concepción entre los Líderes El Sur 2015
Alumnos del Programa de Diploma en Habilidades Laborales, Susana Fernández, y de Ingeniería en Marina Mercante e Ingeniería Industrial, Raúl Sánchez, de UNAB Sede Concepción fueron destacados por su compromiso social.
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Los estudiantes Susana Fernández del Programa de Diploma en Habilidades Laborales de la Facultad de Educación y Raúl Sánchez de Ingeniería Industrial de UNAB Sede Concepción, fueron destacados este miércoles 16 de diciembre, en la ceremonia anual que premia a los 50 Líderes EL SUR, en reconocimiento a su liderazgo y contribución con la Región del Biobío.
Este importante reconocimiento lo entrega Diario El Sur a los jóvenes (hasta 35 años) más influyentes y comprometidos con la zona, desde sus distintas disciplinas. Guido Rodríguez, director del medio, valoró esta instancia y el esfuerzo de estos protagonistas en ser un aporte real.
Susana Fernández es una joven de 24 años con Síndrome de Down, esforzada, servicial y con constantes deseos de superarse día a día. Sus estudios de Educación Media los realizó en el Liceo Polivalente de Las Salinas de Talcahuano, estando siempre motivada por cursar estudios superiores. En 2013 cumplió su sueño de ingresar a la Universidad Andrés Bello en Concepción e inició su recorrido por el Programa Diploma en Habilidades Laborales, demostrando desde el primer día de clases las ganas de aprender y de contribuir en los distintos contextos donde se desenvolvió. Escogió como formación laboral la Especialidad de Apoyo a la Educación Parvularia, donde su directora, María Florencia Iriarte, destaca que su principal motivación era poder entregar cariño a los niños y cuidarlos.
Realizó tres prácticas profesionales en el Jardín Infantil Azucarcandia, donde logró un excelente desempeño. Dentro de sus cualidades el Centro de Práctica destacó que es una joven afectuosa, respetuosa, colaboradora y por sobre todo que acepta comentarios y sugerencias con el fin de mejorar continuamente. Finalmente, su esfuerzo y perseverancia dio como resultado el ofrecimiento concreto de poder continuar, pero esta vez como una trabajadora más, noticia que la tiene muy feliz. Ella pertenece a la primera generación de este Programa en Concepción, único en su tipo en la región, y representa a toda una generación de alumnos que batallan a diario por la inclusión, y que están demostrando que sus capacidades les permiten no sólo ganarse un espacio en la sociedad, sino que fortalecerla.
Raúl Sánchez estudió Ingeniería en Marina Mercante y hoy cursa Ingeniería Industria en la UNAB Concepción. Sus profesores comentan que siempre ha destacado por su proactividad. Hace unos meses, supo de los sacrificios y esfuerzos de una familia de Laja por ayudar a su hijo en la cruzada por una prótesis. Este estudiante de cuarto año volcó toda su atención en Javier Castro (13), quien sufrió la amputación de su brazo al nacer. Tarea nada fácil para él, quien divide su tiempo entre cuadernos, proyectos e ideas que están a la espera de concretarse, en la Academia de Innovación de la misma universidad y de la cual forma parte importante. Fue, justamente, para una asignatura de su segunda carrera que comenzó a gestar un proyecto de prótesis 3D. Un trabajo que no tenía aún rostro ni una historia que contar.
Partió como un modelo absolutamente mecánico, funcional. Pero que fue perfeccionando en la estética hasta llegar a lo ergonómico, que sería capaz de adaptarse a alguien con necesidades específicas. En ese período de redimensionamiento de piezas, supo del caso de Javier, quien junto a sus padres, estaban golpeando puertas para mejorar la calidad de vida. Viajó a Laja (donde vive Javier), contactó a la ONG Take a Hand de Venezuela, quienes colaborarían con el proyecto final. Así, dio vida a la segunda prótesis confeccionada con impresora 3D en Chile y la primera en la región. Está hecha 100% de plástico ABS, neopreno e hilos, que le dan menor peso y flexibilidad. En términos simples, una impresión 3D en un laboratorio digital permite no sólo llegar a óptimos resultados técnicos, sino que a muchísimo menor costo y en tiempos más acotados. Por ello, esta prótesis que hubiese tenido un valor por sobre los dos millones de pesos y un tiempo de fabricación de seis meses, se pudo entregar sin costo y en un tercio de ese período.
Este no es el primer proyecto importante de este «genio» local de la ingeniería, recientemente dio luz a Remote Operative Vehicle, un robot de investigación submarina, que sirve para hacer registro audiovisual y parámetros en profundidades hasta 100 metros, sin tener que arriesgar vidas y reduciendo ostensiblemente los costos de ésta. Y del que ya ha recibido importantes elogios y premios.
Ambos recibieron sus diplomas en una emotiva ceremonia y cóctel, a la que asistieron sus directores de carrera y familia.
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Escrito por: Tania Merino