Cómo Reconocer el Trastorno Obsesivo Compulsivo
Esta es una enfermedad que desgasta mucho a quien la padece, puesto que la persona se agota por el control excesivo y la pérdida de tiempo que puede conllevar. El trastorno se caracteriza por obsesiones, que corresponden a pensamientos intrusos e irracionales, que el paciente reconoce como tal, pero que le producen angustia, según explica el […]
Esta es una enfermedad que desgasta mucho a quien la padece, puesto que la persona se agota por el control excesivo y la pérdida de tiempo que puede conllevar.
El trastorno se caracteriza por obsesiones, que corresponden a pensamientos intrusos e irracionales, que el paciente reconoce como tal, pero que le producen angustia, según explica el doctor Carlos Cruz, psiquiatra y docente de la Facultad de Medicina.
El trastorno obsesivo-compulsivo (T.O.C.) es un trastorno perteneciente al grupo de los desórdenes de ansiedad (como la agorafobia, la fobia social, etc). Considerado hasta hace algunos años como una enfermedad psiquiátrica rara, actualmente es reconocido como un problema común que afecta al 2% de la población, es decir, a más de 100 millones de personas en el mundo.
“El trastorno se caracteriza por obsesiones, que corresponden a pensamientos intrusos e irracionales, que la persona reconoce como tal, pero que le producen angustia. Entre estas obsesiones está sentirse sucio, estar inseguro de hacer las cosas bien como cerrar la puerta de la casa o apagar la cocina. Son personas generalmente meticulosas y verificadoras, así como escrupulosas. Algunas se angustian por tener pensamientos de dañar a otros”, explica el doctor Carlos Cruz.
Respecto a cómo una persona o su entorno se da cuenta de que tiene este problema, el doctor explica que “cuando es exagerado y compromete su bienestar. Todos tenemos obsesiones, que manejamos razonablemente bien y ‘no nos quitan el sueño’, pero estos pacientes están afectados en su quehacer diario y pese a ello muchos no consultan”.
Tipos más comunes
Dentro del trastorno obsesivo compulsivo se pueden diferenciar ocho tipos más comunes:
- Lavadores y limpiadores: son personas a las que carcomen obsesiones relacionadas con la contaminación a través de determinados objetos o situaciones.
- Verificadores: son personas que inspeccionan de manera excesiva con el propósito de evitar que ocurra una determinada catástrofe.
- Repetidores: son aquellos que se empeñan en la ejecución de acciones repetitivas.
- Ordenadores: son personas que exigen que las cosas que les rodean estén dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas.
- Acumuladores: coleccionan objetos insignificantes, de los que no pueden desprenderse.
Factores y tratamiento
Existen factores que inciden para que se presente este problema. Según el doctor Cruz, “hay una base biológica importante y se hereda en algunas personas. Además, una crianza extremadamente rígida y exigente puede amplificar el fenómeno. En otras ocasiones, traumas de la infancia pueden llevar a la persona a tratar de controlar su vida más allá de lo posible”, comenta.
Respecto al tratamiento, el docente de la UNAB subraya que “en general, si compromete mucho a la persona es recomendable que se usen fármacos como los antidepresivos y los ansiolíticos, a los cuales tiende a responder. La psicoterapia ha demostrado ser de gran ayuda para el control del cuadro y su prevención”, concluye el psiquiatra.
Escrito por: Sonia Tamayo