Educación Musical: La Música Potencia el Desarrollo Cognitivo, Psicomotor y Socio Afectivo de Niños y Jóvenes
Diversos estudios afirman que la música tiene un efecto positivo en el desarrollo del cerebro de los niños. Al mismo tiempo, a través de la música se puede transmitir la herencia cultural de una comunidad y contribuir al desarrollo de un potencial que perdura en la adolescencia y la adultez, proporcionando experiencias gratificantes y satisfactorias […]
Diversos estudios afirman que la música tiene un efecto positivo en el desarrollo del cerebro de los niños. Al mismo tiempo, a través de la música se puede transmitir la herencia cultural de una comunidad y contribuir al desarrollo de un potencial que perdura en la adolescencia y la adultez, proporcionando experiencias gratificantes y satisfactorias que mejoran la autoestima.
Según expresa la Directora de la Carrera de Educación Musical, Concepción Martorell, creer que la música es solo para los que tienen aptitud, es privar a la mayoría de los seres humanos de la profunda y cautivante posibilidad de expresarse a través de ella y del goce que produce. La música exalta el espíritu, da consuelo, trae alegría, es indispensable en nuestra cotidianeidad, transmite mensajes de nuestra cultura y de otras civilizaciones, nos forma para trabajar en colaboración con otros, nos hace más flexibles, permite expresar sentimientos y entrega una dimensión humana y divina a la vez. Entonces ¿Por qué creer que sirve para otros y no para uno?
La música desarrolla el trabajo cooperativo al ejecutar una canción, una ronda o un instrumento en una orquesta rítmica u otra. Desarrolla ampliamente la autoestima, que sabemos favorece el desarrollo de los aspectos cognitivos, afectivos y conductuales, que son la meta del proceso educativo y el quid de nuestra forma de pensar, sentir y actuar; en resumen, es el principio mismo de la acción humana.
La música desarrolla el lenguaje, el vocabulario y la lógica motriz, a través de los desplazamientos en el juego. También desarrolla los afectos, exalta el espíritu, alimenta el alma y produce y estimula emociones. Ejercita la memoria y la memoria auditiva, habilidad que acompañará a los niños para siempre.
Si son sistematizados, dirigidos pedagógicamente, bien secuenciados, utilizando recursos adecuados, todos estos aspectos proporcionan un desarrollo efectivo de habilidades motoras y senso-perceptivas.
En Chile, la única universidad que imparte la carrera de Educación Musical para la Educación Preescolar y Básica es la Universidad Andrés Bello. Todas las bondades de la educación musical pierden fuerza si no se las enseña a los niños desde la etapa preescolar.
La evidencia más clara de ello se da al observar en nuestros jóvenes la ausencia de un sentido estético, arrastrados ciegamente por ”la música de consumo”.
La formación que entrega la Universidad Andrés Bello permite a sus egresados desempeñarse como docentes de aula en el área de educación musical, así como en la formación y dirección de coros, y en el área de folklore, ya sea como cultor, investigador o formador de músicos populares. Asimismo, puede desenvolverse en organizaciones culturales y prestar atención a ancianos y niños con problemas de aprendizaje, a través de la música.
Al mismo tiempo, la malla curricular otorga especial importancia al desarrollo de la creatividad y las habilidades interpretativas, de modo que el futuro profesor sea un músico práctico, que vivencia y disfruta de la música.
La carrera confiere a quienes la cursan, el grado de Licenciado en Educación y el Título de Profesor de Educación Musical para la Educación Preescolar y Básica. Sus egresados pueden optar a continuar estudios conducentes a un Diplomado en Dirección Coral Escolar o al Postítulo de Profesor de Educación Musical para la Enseñanza Media y Profesor Jefe.
Ficha Educación Musical
Grado Académico: Licenciado en Educación (8 semestres)
Título Profesional: Profesor de Educación Musical para la Enseñanza Preescolar y Básica (4 años)
Régimen de Estudio: Diurno
Sedes en que se imparte: Santiago.
Escrito por: Prensa-UNAB