CONOCE A TU PROFE: Docente “rockera” que apuesta por convertir a la Escuela de Química y Farmacia en la mejor del país
Catalina Cano, Secretaria Académica de la Unidad Farmacología de la Escuela de Química y Farmacia, llegó hace cuatro años a UNAB comenta sobre su amor por la docencia y revela su gusto por el rock. Esta es su historia.
Catalina Cano Abasolo, está casada y es madre de Santiago, de 10 años. Tras un largo periodo trabajando en investigación clínica, llegó hace cuatro años a la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello como docente y Secretaria Académica de la Unidad Farmacología.
En una conversación directa y transparente, Catalina revela sus desafíos, gustos y aquellos deseos que no dejaría de pedir si tuviera en frente al «Genio de la Lámpara». Esta es su historia.
¿Por qué estudió Química y Farmacia?
Desde siempre me interesó las ciencias y, en particular, aplicadas a la salud. Me llamaba la atención el mundo de los medicamentos, conocer cómo actúan, cómo se preparan, para qué se utilizan, la forma de descubrir o desarrollar un nuevo medicamento. Desde que estaba en el colegio quería ser químico farmacéutico y no me arrepiento para nada, es una profesión que me ha permitido cumplir todos mis sueños.
¿Cómo nació su gusto por la docencia?
Siempre me ha gustado. En la Universidad de Chile, donde estudié, tuve la oportunidad de ser ayudante-alumno por mucho tiempo; luego ya trabajando seguí vinculada a través de la dirección de trabajos de titulación y, después, también hice clases en varias universidades en el área de toxicología clínica.
¿Cómo es su relación con los estudiantes?
Pienso que buena. De mi parte, preparo cada clase para que sea un espacio para aprender, reflexionar, discutir temas de actualidad relacionados con la asignatura, en donde exista confianza y también sentido del humor. Además, intento siempre estar disponible fuera de clases para dar tiempo a conversar del futuro, de temas vocacionales con los estudiantes de modo de colaborar en este camino a convertirse en un profesional.
¿Sabe si le tienen algún apodo?
Ni idea, y quizá prefiero no saber…
¿Cuáles han sido sus máximos logros en lo profesional?
Siento que hoy mis mayores logros son ver a mis estudiantes titularse exitosamente y después cuando me cuentan que están trabajando en algo que les gusta, iniciando un postgrado o solamente mantener el contacto porque se ha generado un lazo en el que ya nos relacionamos como colegas y amigos. Me hace sentir orgullosa del rol que uno puede ejercer motivándolos e incluso desafiándolos a desarrollar sus capacidades.
«Intento siempre estar disponible fuera de clases para dar tiempo a conversar del futuro, de temas vocacionales con los estudiantes de modo de colaborar en este camino a convertirse en un profesional».
¿Cuáles son sus planes en lo profesional?
Quisiera continuar perfeccionándome en el ámbito docente y colaborar con convertir a nuestra Escuela en la mejor del país.
¿Qué le gusta hacer en tu tiempo libre?
Mi tiempo libre no es mucho, pero para mí es indispensable el tiempo que dedico a mi familia y amigos. También me gusta mucho los viajes, las películas, la lectura, paseos y excursiones, y también manualidades como el scrapbook que me permite conservar recuerdos de todas las aventuras vividas
¿Alguna película o serie en Netflix que le guste?
¿Películas? ¡muchas!. Una serie, House of Cards
¿Un placer culpable?
El rock, aunque no sé si tan culpable (risas) y la política.
¿Alguna banda preferida?
De todo, desde clásicos como Rolling Stones hasta Metallica. Me ha gustado desde la adolescencia.
¿Su último concierto?
Mmmm. No han sido muy rockeros, debo confesar… Fui a Depeche Mode y lo último, último fue la Ópera.
¿Qué le gusta comer?
De todo, especialmente pescados y mariscos. Aunque disfruto mucho con platos sencillos chilenos como legumbres o también ensaladas variadas
Si se encuentra con el Genio de la Lámpara y le dice que te cumple tres deseos: ¿qué le pediría?
Tiempo, tiempo y más tiempo; ver crecer a mi hijo Santiago; y volver a ver a mi padre que, aunque falleció hace ya varios años, lo recuerdo cada día.
Escrito por: Sonia Tamayo