Atento al Rechinar de Dientes y Dolor de Cara
El hábito inconsciente de rechinar los dientes es un mal psicosomático producido por ansiedad, la cual se agrava en períodos de estrés y debe ser tratado con apoyo psicológico y dental..
El hábito inconsciente de rechinar los dientes es un mal psicosomático producido por ansiedad, la cual se agrava en períodos de estrés y debe ser tratado con apoyo psicológico y dental.
Dolor en los músculos faciales, en la cabeza y cuello y deterioro de piezas dentales son signos inequívocos de bruxismo, hábito inconsciente de apretar y rechinar los dientes que puede terminar en la pérdida de piezas dentales. Paradójicamente, la solución para este problema no está en recurrir al odontólogo, sino a la consulta psicológica, ya que, al parecer el origen de este mal está en el estrés que afecta al paciente.
“Como se trata de un hábito que suele producirse en las horas de sueño, el paciente desconoce que bruxa, sin embargo el ruido que emite suele ser detectado por alguien cercano que le da a conocer este problema”, explica Miriam Pardo, Doctorada en Psicología y académica de esta Universidad.
Agrega que para la psicología, el bruxismo se puede considerar como un trastorno psicosomático, en el cual, detectándose deterioro dental y/o dolores musculares o de otros tipos, la causa es desconocida. Debido a esto, el tratamiento es difícil, ya que si bien la Odontología brinda herramientas para aminorar el malestar, tales como posturas para dormir y el diseño de un plano de relajación para el paciente, no acaba con el bruxismo.
Sostiene la psicóloga Miriam Pardo que este malestar requiere de un tratamiento multimodal con participación del odontólogo, en el alivio del dolor y prevención del deterioro dental, y del apoyo psicológico, ya que muchos estudios señalan que el bruxismo pone de manifiesto un estado de ansiedad en el paciente que suele agravarse significativamente en períodos de estrés”.
En algunos pacientes, su cuadro de ansiedad y estrés queda reflejado en los constantes dolores estomacales, o en el colon irritable; en cuadros alérgicos o respiratorios – detalla la académica ; mientras que en otros, el bruxismo será el indicador de la ansiedad.
Respecto de la persistencia de este problema, Miriam Pardo señala que el bruxismo se entronca dentro de los trastornos psicosomáticos que pueden permanecer durante toda la vida, de forma crónica, o desaparecer. “De acuerdo al testimonio de los mismos pacientes, añade, el bruxismo pareciera tener períodos de mayor recurrencia y otros en que desciende su intensidad. Lo importante es recordar que una vez detectado es importante tratarlo, no sólo por razones médicas, sino porque ese paciente requiere de un soporte psicológico que le ayude a elaborar sus conflictos poniendo en palabras sus preocupaciones, malestares y temores”.
Escrito por: Prensa-UNAB