Reproductores de congrio colorado nacidos en cautiverio inician su desove
Este logro, único en el mundo, representa el cierre del ciclo completo de cultivo de peces considerando su nacimiento, crecimiento y reproducción. Nuevamente las dependencias del Centro de Investigaciones Marinas Quintay (CIMARQ) de la Universidad Andrés Bello, son escenario de un hito a nivel mundial en el ámbito de la acuicultura: los ejemplares de congrio […]
Este logro, único en el mundo, representa el cierre del ciclo completo de cultivo de peces considerando su nacimiento, crecimiento y reproducción.
Nuevamente las dependencias del Centro de Investigaciones Marinas Quintay (CIMARQ) de la Universidad Andrés Bello, son escenario de un hito a nivel mundial en el ámbito de la acuicultura: los ejemplares de congrio colorado (Genypterus chilensis) nacidos en cautiverio iniciaron su desove, es decir, comenzaron a liberar sus primeros huevos.
Se trata de la primera vez que ejemplares de esta especie nativa chilena, nacidos en cautiverio, comienzan su proceso reproductivo. “Esto significa que ya el próximo año vamos a poder producir la segunda generación de congrios colorados nacida en cautiverio, algo inédito en especies marinas nativas y más aún en el caso de ésta”, explica Juan Manuel Estrada, investigador de CIMARQ.
Estos reproductores nacieron en los estanques de la estación científica de CIMARQ hace tres años y los científicos estiman que su vida reproductiva podría extenderse por una década. En la actualidad, el Centro mantiene un centenar de estos ejemplares sexados y marcados con un chip electrónico. Estos reproductores sólo comen pellet y su peso actual fluctúa entre los 500 gr. y 1 kg.
Los siguientes pasos que el equipo del proyecto Congrio Colorado planea seguir es avanzar en el desarrollo de la etapa de engorda, escalar la producción de juveniles a nivel masivo y caracterizar genéticamente a los reproductores nacidos en cautiverio. Todas estas acciones están orientadas a avanzar en la domesticación de la especie.
Alexis de Ponson M.
adeponson@unab.cl
Escrito por: Prensa-UNAB