Reflexiones Científicas Sobre el Alma

Marco Antonio de La Parra y Joaquín Ipinza reflexionaron en la charla “El ADN del Alma”, sobre este término que tiene diversos significados, la mayoría basados en la fe, pero que en lo sustancial es parte de nuestro cuerpo y éste a su vez parte del universo.

“El concepto alma es muy cambiante porque depende de nuestras creencias, pero cada hallazgo científico nos hace pensar en qué cosas seremos capaces de presenciar ¿Se imaginan ver el alma en un tubo de ensayo?”, sostuvo Marco Antonio de La Parra, psiquiatra y dramaturgo, en la quinta sesión del Seminario que organiza el Programa de Artes Liberales de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Andrés Bello –el martes 1 de septiembre-.

“Entender el objetivo del universo es entender nuestro rol en él, simplemente porque le pertenecemos”, comentó Joaquín Ipinza odontólogo, botánico y músico, el otro expositor de esta sesión del Seminario.

Los factores genéticos del alma

Para el psiquiatra la relación cuerpo- alma es una dualidad que no tiene sentido. Hay ciertas cualidades del ADN que pueden influir en el alma, “hay ciertos factores genéticos que permiten tener mayor o menor control sobre las experiencias de vida”, a lo que agrega, “Hay una predisposición a tener experiencias vitales”.

“Hoy las depresiones son enfermedades que se diagnostican de manera muy común, al igual que las depresiones bipolares, pero las personas tienen una tremenda necesidad de ser percibidas simbólicamente, y ese rol lo cumplen las medicinas alternativas que están teniendo un tremendo éxito porque abordan al ser humano desde una perspectiva integral”, dice.

Nada es casualidad

De acuerdo a lo que plantea Joaquín Ipinza, el amor es una expresión del alma y una instancia de entendimiento. Según su experiencia, enfermedades como las caries y el bruxismo son producto de disfunciones medioambientales y también están relacionadas con problemas mentales, por eso siempre les inculco a mis pacientes que cuando sufren de estas dolencias, es importante trabajar el espíritu, los aspectos sicológicos, por que estas dolencias no ocurren simplemente por casualidad.

Ipinza argumenta que la evolución del hombre, ha hecho que el objetivo del universo ya no sea claro. Esto ha generado catástrofes, sufrimientos y atrocidades en el mundo, daños globales en todo ámbito. “No basta con la reflexión, hay que inducir un cambio y si bien faltan unos 500 años para lograr esa transformación para un mundo mejor, es necesario comenzar desde ya, porque es algo que se transmite desde generación en generación”, recalcó el Director del Instituto Odontológico de Ciencias.