Rector Pedro Uribe analiza anuncios del gobierno en Educación
En una carta abierta a nuestra comunidad la máxima autoridad de la U. Andrés Bello se refiere a los cambios en esta área, que comunicó el Presidente de la República, Sebastián Piñera, que contemplan una inyección de US$4 mil millones en recursos y un Gran Acuerdo Nacional por la Educación. A continuación las palabras del Rector Pedro Uribe. Estimada comunidad […]
En una carta abierta a nuestra comunidad la máxima autoridad de la U. Andrés Bello se refiere a los cambios en esta área, que comunicó el Presidente de la República, Sebastián Piñera, que contemplan una inyección de US$4 mil millones en recursos y un Gran Acuerdo Nacional por la Educación.
A continuación las palabras del Rector Pedro Uribe.
Estimada comunidad universitaria:
Tras analizar en detalle la propuesta presentada el día 5 de Julio por el Presidente de la República —en la cual expuso un Gran Acuerdo Nacional por la Educación (GANE)— creemos firmemente que es un avance y vemos con buenos ojos los principales lineamientos del documento.
La postura de nuestra Universidad, que hemos expuesto públicamente en debates y la prensa, se centra en la protección de los derechos de nuestros alumnos a tener una ayuda equitativa para el financiamiento de su educación resaltando, entre otros puntos, las diferencias que existen entre el Crédito Solidario (CS) y el Crédito con Aval del Estado (CAE).
En ese sentido, nos complace el que el CAE sea modificado, bajando sus intereses a cifras cercanas al 4% y que en la agenda se posicione el reemplazarlo con otro instrumento que borre las inequidades entre éste y el Crédito Solidario.
Este tema es fundamental, ya que el solo bajar la tasa de interés —que aún dobla a la del CS— no es suficiente, más aún cuando no se habla de condonar intereses a deudores del CAE, pero sí se enuncia para el Crédito Solidario.
El mensaje presidencial se inicia con la afirmación que a partir de 1986 se ha quintuplicado la cobertura de la educación superior, declarando este logro como un “orgullo nacional”. Nuestra comunidad ha sido un actor importante de este desarrollo.
Asimismo se señala que esta agenda debe basarse en el esfuerzo y la libertad individual para el avance de un bienestar colectivo, reconociendo con ello la necesidad de la coexistencia de proyectos diversos, algunos centrados fundamentalmente en la educación, otros con desarrollo de investigación, algunos selectivos y otros menos selectivos.
En más de una oportunidad como Universidad nos hemos pronunciado en esa materia, y es de acuerdo a estos principios que nos parece que este mensaje va en la dirección correcta, entendiendo que es un gran anuncio que requiere aún mucho trabajo.
Debido al aporte que las universidades privadas no tradicionales han hecho a la movilidad social, esperamos que no sean excluidas de esta discusión. Por nuestra parte estamos abiertos a dialogar y exponer nuestros puntos de vista, para representar firmemente las necesidades y requerimientos de nuestros alumnos.
Hemos afirmado también con fuerza nuestro irrenunciable compromiso con la calidad de la educación, tema que creemos debe ser el centro del debate. En ese sentido, como Universidad nos enorgullecen los múltiples reconocimientos que hemos tenido en la materia, entre los que destacamos importantes acreditaciones a nivel de institución y de sus programas de pregrado y doctorados.
Por eso nos parece adecuado el énfasis puesto por el Presidente en este punto. La información y fiscalización del sistema es siempre sana y saludable si se evalúan no sólo procesos, sino también resultados.
Dicha acreditación debe admitir la diversidad de proyectos educacionales, lo que es parte de la creatividad e innovación del mundo moderno.
Aspiramos a ver un sistema de Acreditación 2.0 que acompañe a las instituciones en su mejoramiento continuo y que otorgue una acreditación por bloques, por ejemplo de cinco años, apartándose del confuso e impreciso sistema actual.
Lo anterior entregará mejor información a los alumnos, los que con el sistema actual no logran diferenciar si una institución a quien se le otorga dos años es sustancialmente diferente de aquella que obtiene tres.
Tomando en cuenta lo anterior, creemos que la gran noticia la constituye el anunciado Fondo para la Educación (FE), ya que abre en forma importante las arcas fiscales para mejorar las ayudas estudiantiles en todas sus dimensiones.
Se proponen aumentos en el número de becas para CFT/IP centrados en méritos, también más ayuda para los quintiles más pobres, ampliándose, entre otros, la beca Juan Gómez Millas para alumnos vulnerables.
Por último creo que después de 30 años constituye una necesidad del sistema recoger las distintas realidades universitarias y pensar en una institucionalidad acorde a un mundo que es cada vez más globalizado e inclusivo.
Queridos alumnos, académicos y colaboradores, espero que estos pensamientos les ayuden a comprender el momento actual y la posición de las autoridades de nuestra Universidad y les estimulen a reflexionar con serenidad en estos momentos de tanta inquietud social.
Dr. Pedro Uribe J.
Rector
Universidad Andrés Bello
Escrito por: Prensa-UNAB