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Publicación de académica UNAB contribuye al estudio de la Vía Láctea

El paper fue publicado en Monthly Notices of Royal Astronomical Society, una de las revistas más prestigiosas en Astronomía a nivel mundial.

La académica del grupo de Astronomía, del Departamento de Física de la Universidad Andrés Bello,  Dra. Patricia Tissera, en coautoría con la astrónoma Dra. Cecilia Scannapieco, del Instituto de Astronomía de Postdam; publicó este mes un paper en la renombrada revista científica Monthly Notices of Royal Astronomical Society.

La publicación, titulada Low-metallicity halo populations as tracers of dark matter haloes, constituye un importante aporte a la astronomía mundial, ya que provee una herramienta para inferir la distribución  de la materia oscura en la Vía Láctea y otras galaxias donde es posible observar estrellas de baja metalicidad.

En el estudio, las astrónomas tuvieron como objetivo estudiar, utilizando simulaciones numéricas de alta resolución, cómo se formaron los halos estelares, qué tipos de galaxias menores contribuyeron, cuáles son las características de las estrellas que venían con ellas y cómo se distribuyeron finalmente. “Nos preguntamos cómo podríamos inferir las propiedades de estas galaxias fusionadas a partir de la distribución final de galaxias en los halos, para así poder inferir la historia de formación de galaxias observadas, como por ejemplo, la Vía Láctea”, expone la Dra. Tissera.

“En definitiva, en este trabajo nos centramos en determinar si era posible encontrar correlación entre las propiedades de la distribución de las estrellas del halo y las de la materia oscura y bajo qué condiciones se daba, en caso de que existiera”, agrega la académica UNAB.

De esta forma, la astrónoma explica que, en esta investigación se simularon galaxias y se estudió la posible relación entre la distribución de estrellas de muy baja metalicidad que rodean las galaxias –el halo estelar- y la distribución de materia oscura –halo oscuro-.

Las estrellas de baja metalicidad son estrellas viejas que se tenderían a formarse en las primeras etapas de evolución del Universo y, según sugieren los modelos propuestos por las investigadoras, se habrían formado principalmente en galaxias pequeñas que fueron acretadas o fusionadas por una mayor. Al entrar en el pozo de potencial son desarmadas, contribuyendo a la formación del halo estelar. Según el estudio, galaxias de mayor masa también podrían vivir el mismo proceso, pero dejarían una huella en las propiedades dinámicas y químicas, que podría ser detectada.

La investigación de las doctoras Tissera y Scannapieco entrega como resultado que existe una relación entre la distribución de las estrellas de baja metalicidad que rodean a las galaxias y la distribución del halo oscuro. “Con esta predicción teórica y utilizando los valores de distribución de la materia oscura inferida en la vecindad solar, se estimó la masa total de materia oscura dentro de la región central de la Vía Láctea. Dicha estimación coincide con las realizadas por otros métodos. Lo que significa que la distribución de la materia oscura en la región central de la galaxia sería consistente con el modelo cosmológico actual y podría ser estimada a partir de mediciones de estrellas de halo estelar. En segundo lugar, sugieren que las estrellas de baja metalicidad efectivamente son un reservorio de información sobre la formación de galaxias, incluyendo la Vía Láctea, como ha sido propuesto por trabajos previos”.

Escrito por: Prensa-UNAB