Proyecto europeo de reforestación que permite integración social podría ser aplicado en Chile
El Doctor Salvador Simó Algado, profesor visitante de la Universitat de Vic (España), quien dictó este miércoles 13 una clase magistral en la U. Andrés Bello en el marco de la celebración del Día del Terapeuta Ocupacional, aseguró que un proyecto a nivel ecológico permite que personas con discapacidades y en situación de exclusión puedan […]
El Doctor Salvador Simó Algado, profesor visitante de la Universitat de Vic (España), quien dictó este miércoles 13 una clase magistral en la U. Andrés Bello en el marco de la celebración del Día del Terapeuta Ocupacional, aseguró que un proyecto a nivel ecológico permite que personas con discapacidades y en situación de exclusión puedan sentirse un aporte y hacer efectivos sus derechos.
Nadie olvida el importante desafío medioambiental para enfrentar el calentamiento global, la lluvia ácida, el efecto invernadero, entre otros factores negativos. Así, urge la necesidad de crear una sociedad más justa y solidaria, al tiempo que se requiere trabajar en la sostenibilidad ecológica.
Hoy se están realizando proyectos que abordan conjuntamente las problemáticas “verdes” y sociales, desarrollando intervenciones de reforestación/recuperación de espacios naturales, dando capacitación y trabajo a personas en situación de exclusión social.
Hablamos del proyecto RECOVER, financiado por la Unión Europea y encabezado por el doctor Salvador Simó, cuya intervención se centra en el río Ter (España), en la recuperación de cinco espacios naturales de gran valor ecológico.
“Comenzamos con un proyecto de jardinería en la Universitat de Vic en el 2005, localidad próxima a Barcelona. Ahora, este proyecto ya ha sido considerado una praxis a nivel Europeo contra la pobreza”, dice el experto, que visita la Escuela de Terapia Ocupacional de la U. Andrés Bello.
Simó explica que el actual plan, que consiste en la reforestación de zonas del norte de Europa comenzó el 2010. “Estamos recuperando espacios naturales en los hábitats de mayor valor ecológico. Trabajando con personas con enfermedad mental, personas que viven en situación de pobreza, inmigrante. Hay un trabajo de sinergia con expertos agrónomos, forestales, que guían la labor ecológica”, comenta.
La ocupación es el diálogo entre el ser humano y el medio ambiente, dice Salvador Simó. “Intentamos aplicar nuestro slogan: 1+1 es más que 2. Así, con un sólo proyecto poder hacer una praxis que por un lado incluya personas en situación de exclusión social laboralmente pero al mismo tiempo poder estar dando un impacto y beneficio ecológico”, agrega.
Y en nuestro país
Respecto de si este proyecto puede ser empleado en Chile, Simó comenta que el nuestro es un país líder en el ámbito de la terapia ocupacional. “A nivel social, el trabajo que hace el profesor Alejandro Guajardo (docente de la UNAB) es considerado a nivel mundial. Además, estamos participando con la Andrés Bello en un proyecto de investigación FONIS (que concluirá en diciembre del 2012).
Simó reconoce que se está analizando cómo emplear el proyecto que se desarrolla en Europa. “Una de las posibilidades es ver cómo un país como Chile con una riqueza ecológica y donde hay una problemática social como en España realmente cómo podríamos implementar intervenciones similares”, dice.
El experto subraya que es viable aplicar el proyecto, pero no según el contexto chileno. “Cada realidad tiene su propia idiosincrasia pero de seguro que la aplicación incluso permitiría mejorar lo que estamos haciendo en España porque ustedes en Latinoamérica tienen más experiencias que nosotros en políticas sociales y en ese aspecto estamos aprendiendo con ustedes”, comenta.
En Chile los expertos analizan las políticas y los espacios posibles de trabajo. “Lo que buscamos realmente y que creemos que es la claves es ver cómo podemos generar trabajo a nivel de recuperación de espacios naturales, a nivel de energía renovable, y cómo se pueden implementar un proyecto chileno”, subraya Simó.
Aporte a la sociedad
En su trabajo de doctorado, Simó ha incursionado en la medición de cuál es la repercusión en las personas que pueden participar en ocupaciones que aportan a la sociedad. “La investigación ha demostrado que hay un gran impacto a nivel de salud física, sicológica y a nivel social, ya que evita que las personas tengan, por ejemplo, pensamientos paranoicos y sufran patologías mentales. Pero también hemos encontrado un sentimiento de pertenencia a la comunidad política y de recuperación de la ciudadanía”, asegura.
“Con estos proyectos intentamos dar oportunidades a estas personas que muchas veces por una situación de estigmas o prejuicios apartamos. La sociedad actual está basada en la premisa de la competencia social y si no hay igualdad de oportunidades, ésta no es justa”, agrega.
El profesor español además señala que “las personas en situación de exclusión o con enfermedades, muchas veces no tienen igualdad de oportunidades educativas ni laboral, lo que nosotros hacemos está basado de un prisma de justicia social y no de caridad. Lo que estamos reivindicando son los ciudadanos con derechos”.
Sonia Tamayo Herrera
stamayo@unab.cl
Escrito por: Prensa-UNAB