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ORGULLO UNAB | Wladimir Rail relata cómo a sus 27 años guía los caminos de los próximos químicos farmacéuticos del país

Wladimir Rail se tituló en el 2016 en la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello y dos años después ya es un reconocido académico de la unidad de farmacia clínica de la UNAB.

Actual académico de la unidad de farmacia clínica de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello, Wladimir Rail tiene 27 años y conoce a la perfección esta entidad ya que estudió en sus aulas, egresando en octubre del 2016.

Este santiaguino relata el vínculo que tiene con la Escuela de Química y Farmacia de la UNAB, un lazo que lo tiene hoy formando a futuros profesionales de la salud. Esta es su historia.

¿Por qué decidiste estudiar Química y Farmacia?
En primera instancia fue por mi amor por la química, tenía mucha facilidad con ella y me apasionaba cuando estaba en la enseñanza media. En ese momento, comencé a averiguar las carreras que había disponibles en que Química y farmacia llamó mi atención, debido a que contenía mucha química en su malla, y no menos importante poder tener la posibilidad real de ser un aporte en la salud pública de mi país, trabajando directamente con pacientes.

¿Qué te ha entregado esta carrera en tu desarrollo personal?
Me ha entregado tanto habilidades sociales como técnicas. Una de las cosas que más destaco es hoy tener la autoconfianza para poder pararme y hablar frente a público, lo que antes me costaba.

¿Qué logros en lo profesional te tienen orgulloso?
Ser Químico farmacéutico y haber obtenido mi título mediante internado. Me enorgullece pertenecer a la unidad de farmacia clínica de la UNAB, ya que, es de excelencia. Poder ser un aporte a la salud pública mediante mi trabajo, poder iluminar y guiar los caminos de los próximos profesionales de la salud que se titulen en la escuela de química y farmacia.

¿Cómo surgió la idea de ser docente?
La idea estuvo en mi desde pequeño. Mi primer sueño a diferencia de otros niños no fue ser astronauta ni bombero, yo quería ser profesor de historia.  Siempre me gustó poder enseñar y transmitir conocimiento, pero cuando estaba terminando mi carrera es donde volvió la idea de ser docente, en ese entonces motivada por mis profesores quienes creyeron en mí y vieron mis capacidades, los que hoy en día son mis colegas con los cuales trabajo.

¿Qué es lo más difícil de estudiar Química y Farmacia?
A mi parecer lo más difícil son los primeros años, donde se debe aprender ciencias básicas lo que en mi caso me costó bastante, ya que provengo de un colegio municipal donde la base no era la más óptima. Luego avanzando en la malla curricular te encuentras que química y farmacia es una carrera donde te puedes desarrollar en muchas áreas y rubros donde muchos de ellos son distintos entre sí. Donde un estudiante dentro de la misma semana está en un laboratorio de tecnología farmacéutica y al otro día tiene que asistir a campo clínico en un hospital.

A tu juicio, ¿qué diferencia la Escuela de Química y Farmacia de la UNAB de otras?
A mi juicio, el sello clínico es el que marca la diferencia. Tenemos hoy en día una unidad de farmacia clínica sólida y con docentes con una excelente formación clínica, muy buenos profesionales, a los cuales en lo personal admiro mucho. También contamos con un internado farmacéutico en farmacia clínica, que ya es reconocido en el medio como un método de excelencia. Somos pioneros en OSCE como examen de titulación, donde los alumnos tienen que demostrar las habilidades clínicas que aprendieron en el internado. Además, contamos con un hospital de simulación clínica, donde realizamos simulaciones de alta fidelidad.

«Me enorgullece pertenecer a la unidad de farmacia clínica de la UNAB, ya que, es de excelencia. Poder ser un aporte a la salud pública mediante mi trabajo»

¿Qué te gusta hacer en tus tiempos libres?
Por lejos lo que más disfruto es viajar, vez que tengo la posibilidad de hacerlo no dudo en escapar de Santiago. Me apasiona la botánica y la farmacognosia, cultivo variadas plantas medicinales de todo tipo. También me encanta la carpintería en maderas nobles, confecciono todo tipo de muebles en madera nativa.

¿Cómo te imaginas en 10 años o más?
Me imagino viviendo en el sur de Chile, trabajando en farmacia clínica y ser un referente en esta área. También me gustaría poder ser padre de familia.

Escrito por: Sonia Tamayo