ORGULLO UNAB: Vivió en Nueva Zelanda y conoció el Yoga en la India, hoy regresó para trabajar con niños en situación de discapacidad
Egresado de la Escuela de Terapia Ocupacional en 2006, Juan Manuel Muñoz, trabajó en instituciones como Teletón, Clínica Los Coihues, Fundación Excepcionales. Hoy, comparte sus conocimientos y realiza cursos de yoga a niños en situación de discapacidad. Un orgullo UNAB que hay que conocer.
A sus 35 años, Juan Manuel Muñoz Bustos se define como “amante de la aventura” y así quedó demostrado cuando vivió en Nueva Zelanda y estuvo en la India. Hoy, este rancagüino, titulado de la Escuela de Terapia Ocupacional de la U. Andrés Bello en 2006, también se aventura en darle un nuevo aire a su carrera con el yoga y apostando en la ayuda a los niños en situación de discapacidad. Un Orgullo UNAB que hay que conocer.
¿Por qué elegiste estudiar Terapia Ocupacional?
Debo ser bien honesto. Llegué a Terapia Ocupacional accidentalmente, ya que en un inicio mi idea era estudiar Kinesiología. Cuando postulé no había muchas universidades que impartieran la carrera y los cupos eran bastante limitados, mi única opción era estudiar la carrera en el norte, pero pensando en que no me quería mover mucho y estar cerca de mi familia busqué la opción en la UNAB. Cuando fui a postular me dijeron que no había cupos y que podía escoger otra carrera y me recomendaron Terapia Ocupacional porque era una carrera de Rehabilitación donde después de un año me podría cambiar. Aún recuerdo que estuve todo el primer semestre pensando en cambiarme, pero un día tuve una clase de Terapia Ocupacional en salud mental y nos contaron la experiencia de trabajo de los Terapeuta Ocupacional en el Hospital El Peral. Recuerdo un ejemplo de esa profesora donde ella hablaba de cómo se involucró tanto en el trabajo, y lo encontré tan interesante y diferente que comencé a tomar más atención a las prácticas que no tenían que ver solamente con la rehabilitación física, sino que me di cuenta que existía un sin fin de formas de hacer terapia ocupacional. En ese sentido, comencé a conocer prácticas en el área de intervención en Adulto Mayor, programas de salud mental adulto, en niños, etc. y poseía un enfoque bastante social.
¿Ahí cambiaste de idea?
Después de tener mayor experiencia en diferentes áreas me di cuenta que terapia ocupacional era una carrera que me llenaba y me sentí cómodo y contento al estudiarla, además creo que también me ayudó a quedarme en la carrera el grupo humano tanto de mis docentes y compañeros, compañeras, amigos y amigas de la Universidad.
¿Cuáles han sido tus logros en lo profesional?
Llevo 12 años ejerciendo la profesión de Terapeuta Ocupacional, podríamos decir que no es tanta la experiencia en términos de años, pero creo que durante estos 12 años he logrado desempeñarme como terapeuta ocupacional, principalmente en el trabajo con niños y niñas que presenten diversas dificultades. Comencé trabajando alrededor de tres a cuatro años en la Teletón y en la Clínica los Coihues, lugares que me entregaron la posibilidad de trabajar con niños con problemas a nivel neurológico y diversos compromisos funcionales. Posterior a eso, comencé a trabajar en docencia en la UNAB y U. Autónoma, en esta esta última institución participé del cargo de Coordinador de Campos Clínicos de la Escuela de Terapia Ocupacional. Antes de comenzar a viajar y tomarme tres años de descanso y aventuras, trabajé en la Fundación Excepcionales, fundación encargada de trabajar con niños y adolescentes con síndrome de Down.
Actualmente, ¿dónde te desempeñas?
En la actualidad me encuentro trabajando en docencia (UNAB, UDLA, U. Mayor) además realizando atención directa con niños y niñas en dos centros, en Centro de Estimulación Temprana TREMUN y en el Centro de Atención Infantil Intégrame de la Comuna de Maipú, en ambos lugares trabajo con las familias y niños y niñas de entre 3 a 10 años de edad que presentan dificultades a nivel de la comunicación e interacción, cognitivo, emocionales y de desarrollo (niños y niñas con síndrome de Down, Trastorno Espectro Autista, trastorno conductuales, relacionales, etc.). Además, realizo actividades de Yoga con pequeños y en la organización de cursos de especialización de Yoga en niños.
¿Cómo nace la idea de ser instructor de Yoga?
El 2015 decidí comenzar una búsqueda personal la cual involucraba el dejar el país. En ese camino decidí dejar la Terapia Ocupacional por un periodo y me fui a vivir a Nueva Zelanda, logrando desconectarme de todo lo que ya había logrado en Chile, sobre todo lo relacionado con lo profesional, podríamos decir que me decidí a dejar mi «zona de confort» para aventurarme, dejando familia y amigos. En ese camino de experiencias nuevas, conocer personas de diferentes culturas y el mirar la vida de una forma diferente, comencé a explorar diversas actividades. Mientras estaba lejos, tenía una amiga muy importante quien me decía «deberías conocer el yoga» «creo que el yoga te haría bien» y me comenzó a hablar tanto de ello que me apareció como «interesante» y lo más divertido fue que el destino me llevó a conocer a una argentina instructora de yoga, además sicóloga y que trabajaba con niños y yo me dije, «esto es del destino, parece que el yoga por todos lados quiere llegar a mi vida». Me atreví a explorarlo, comenzando con diferentes tipos (bikram, ashtanga, hata). Luego apareció la oportunidad de realizar un curso para ser instructor de yoga en la India, que además de ser realizado en la India, era con profesores de ahí y traducido al español, y me aventuré y lo tomé, y no me arrepiento.
¿Cómo se incorpora el crecimiento espiritual en tu trabajo profesional, tanto como docente como en el trabajo con niños?
Darle la importancia a la meditación y cómo la respiración consciente puede conectarte con el hoy y ahora, y poder bajar los niveles de ansiedad y estrés generan que uno comience a tomarse las cosas con mayor tranquilidad y menos estrés, donde el mundo de hoy está cada vez más intenso, rápido y con poco tiempo de mirar lo que realmente pasa alrededor. Creo que en ese trabajo mío de reconocimiento y tranquilidad me permitió, por ejemplo, tener mayor nivel de comprensión por las situaciones como docente, más relajado en el aula, disfrutar con los estudiantes y aprender a reír más en todos los contextos en donde me desempeño.
¿Qué te gustaría en el futuro?
En estos momentos mi idea de futuro es poder seguir potenciando el Yoga en mi práctica tanto personal como profesional, y transmitir a todas las personas que trabajan con niños lo beneficioso que es la práctica del Yoga en todos los sentidos. Quiero seguir viajando, explorando el mundo y aprendiendo de diferentes experiencias de vida.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Diferentes cosas, tanto con personas y solo. Disfruto el caminar largos trayectos escuchando música, creo que logro meditar mientras camino. En mi tiempo libre también me gusta mucho compartir con los amigos y amigas, y esto puede ser de diversas formas, como juntarse a tomar un café, un trago, ir al parque, ir a visitar a mis amigas con sus hijos, etc. Creo que soy una persona muy social, por lo tanto todo lo que implique estar con ellos es una actividad que disfruto en el tiempo libre. Debo decir que también me pongo muy fanático con las series de Netflix, y es algo que me gusta mucho realizar con mi sobrina mayor, donde podemos estar una tarde entera mirando varios capítulos de una misma serie. De las cosas que extraño realizar en mi tiempo libre es poder nadar, cosa que hacía mucho cuando vivía afuera y era una actividad que me entregaba mucha satisfacción, goce y relajo, espero poder retomarlo en algún momento.
«En estos momentos mi idea de futuro es poder seguir potenciando el Yoga en mi práctica tanto personal como profesional, y transmitir a todas las personas que trabajan con niños lo beneficioso que es la práctica del Yoga en todos los sentidos».
Si tuvieras que definirte en una frase ¿cuál sería?
Creo que es una pregunta difícil (risas). Creo que podría definirme «como una persona sociable, amante de la aventura y viajes».
¿Qué le aconsejarías a quienes están estudiando Terapia Ocupacional en la UNAB, pensando en cuando salgan al mundo laboral?
Creo que el mejor consejo que les puedo dar es que primero disfruten de su experiencia como estudiantes, si bien muchas veces la universidad puede ser muy estresante por las diferentes exigencias, pero la experiencia de ser estudiante no se repetirá y que nunca pierdan esa motivación y esa energía con la que llegaron a estudiar la carrera.
Escrito por: Sonia Tamayo