ORGULLO UNAB: Futura fonoaudióloga relata cómo compatibiliza estudios con sus dos grandes pasiones, el canto y la cueca
Javiera Olave es estudiante de quinto año de la Escuela de Fonoaudiología de la U. Andrés Bello y, además de estar a punto de egresar, desarrolla con éxito su labor en un grupo folclórico y en un coro. Esta es su historia.
A sus 23 años, Javiera Olave Neira está a punto de egresar de la Escuela de Fonoaudiología de la U. Andrés Bello, destacándose como estudiante, un camino que ha compatibilizado con éxito con sus grandes amores: el baile (la cueca) y el canto.
rel=»attachment wp-att-231799″>¿Por qué elegiste estudiar Fonoaudiología?
Porque yo canto en un coro de voces iguales y, cuando aún iba al liceo, no sabía qué iba a estudiar. Un día llegó una ex alumna de ahí a cantar y a hacernos vocalizar al coro del mismo liceo y, ella, estudiaba fonoaudiología. Me explicó de qué se trataba en el contexto del canto y la voz y me decidí por estudiar esta bella carrera y, así, dirigirla al área de la voz.
¿Alguna anécdota como estudiante?
En verdad tengo muchos buenos recuerdos, pero una vez iba atrasada a una clase temprano en la mañana por problemas de locomoción, corrí para poder llegar (era la única clase que tenía en el día) y cuando llego a la sala, me siento y la profesora pasa una diapositiva y dice: «ya chicos, esta ha sido la clase, pueden irse» y yo… En shock, toda cansada por haber casi corrido ese kilómetro del paradero a la universidad.
Cantas en un coro ¿Cómo se llama?
Sí, así es. Canto en un Coro de voces iguales que se llama «Coro Deo Gracias». Tiene distintas actividades como giras nacionales e internacionales, presentaciones en eventos masivos y privados, además, de concursos en distintos lugares.
¿Me puedes contar de tu faceta como bailarina?
Qué raro suena eso de bailarina jajaja, pero sí, participo bailando en un grupo folclórico hace dos años. Todo nace por mi amor a la cueca desde muy pequeña, pero nunca explotada. Siempre me hacían representar a mi curso en bailes de esos y todo, pero nunca supe cómo explotarlo. Un día decidí buscar algún grupo folclórico para poder pertenecer a él y, así, llegué a mi querido Amaycanta. Tuve que audicionar y toda la parafernalia. Somos como una familia, nos llevamos muy bien y trabajamos duro cuando queremos lograr algo. Entré conociendo lo básico de la cueca y hoy hemos sacado hasta un cuadro nortino carnavalero, puliéndome, ensayando y siempre tratando de superarme más.
rel=»attachment wp-att-231800″>¿Qué actuaciones has realizado con el grupo folclórico, por ejemplo, donde se han presentado?Nosotros como conjunto, somos parte del staff fijo del Restaurant “Tomo y Obligo” de La Florida, hemos participado en fiestas empresariales, encuentros folclóricos nacionales y en la Fonda Wokitoki.
¿Qué significa para ti el baile?
Es una de las más bellas expresiones del arte. El baile es un idioma que todos podemos entender con solo apreciarlo. Sabemos que se pueden transmitir muchas emociones y sensaciones a través de la danza. Es sanar al cuerpo mediante movimientos coordinados, armoniosos y rítmicos.
¿Lo más complicado de compatibilizar estudios y baile?
Quizás, ensayar en tiempos libres (sacando pasos y coreografías) y lo agotada que termino a veces por las presentaciones, donde no me alcanzo a recuperar para asistir a la universidad.
¿Cuáles son tus planes a futuro?
Tengo muchos sueños y proyectos. Me gustaría seguir especializándome en el ámbito artístico y labores sociales. Por supuesto, no quedarme solamente con lo que tengo.
Dices que te gustaría seguir especializándome en el ámbito artístico y labores sociales, ¿cómo qué?
Soy amante de la voz cantada, por eso mismo entré a estudiar Fonoaudiología, me gusta la locución y el doblaje de películas o y/o series. Mi sueño es poder atender a pacientes de escasos recursos sin fines de lucro y quizás hacerme acompañar de algún colega o compañero terapeuta.
Escrito por: Sonia Tamayo