Marcadores genéticos mejoran productividad y cultivos de moluscos

En Chile existen varios tipos de moluscos, los más conocidos son los choritos, almejas, ostiones, machas y pulpo. Por ello conocer en detalle sus estructuras genéticas puede ser de gran utilidad a la hora de maximizar alguna de sus cualidades y para su cultivo.

“El cultivo de molusco y la importancia del desarrollo de marcadores moleculares”, fue la charla que la Dra. Claudia Cárcamo bióloga marina y especialista en el tema, dictó el viernes 23 de marzo como parte de las actividades del programa de doctorado de Fisicoquímica Molecular de la U. Andrés Bello.

De acuerdo a lo que explica la doctora Cárcamo, los marcadores genéticos permiten identificar diferentes especies, determinar variabilidad genética, estructurar relaciones filogenéticas, que ayudan a prevenir en el cultivo de moluscos problemas como la endogamia (apareamiento de especies de una misma familia) y, que se pueden utilizar para maximizar cualquier característica que se quiera potenciar en un cultivo de molusco.

La realidad es que la industria acuícola nacional tiene problemas de endogamia: “Y eso implica menor variabilidad genética, por lo tanto, riesgo de que se expresen genes que son perjudiciales para el cultivo de moluscos. De esta forma, las especies se vuelven menos resistentes a las enfermedades, disminuye su capacidad de resistir cambios ambientales, por lo que si los ataca una corriente demasiado fría, el cultivo muere generando pérdidas cuantiosas”, explica la Claudia Cárcamo.

Si mantengo una alta variabilidad genética en mi cultivo, complementa la profesional, me aseguro que frente a cambios ambientales, drásticos o enfermedades, lo más probable es que mi cultivo resista, pero además, tendremos moluscos de mejor calidad y más competitivos para el mercado.

Jimena Araya O.
jimenaaraya@unab.cl