Los desafíos 2012 del “Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China”

Fernando Reyes Matta, Director del centro analiza un año de la creación de este organismo y anuncia que en 2012 se financiará a profesores guías de la U. Andrés Bello que dirijan como tema de tesis de titulación la República Popular China.

A un año de la creación del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China, el profesor y ex embajador de nuestro país en la República Popular China, Fernando Reyes Matta, destaca como hitos de su gestión 2011. La creación de un instrumento único de seguimiento de la opinión pública latinoamericana sobre China, la publicación de dos libros que hablan de la relación de América Latina con el gigante asiático, la elaboración de un boletín distribuido en el mundo político, económico y empresarial y la producción de seminarios donde el intercambio con los países de la región ha sido crucial. ¿Qué viene para el 2012? Muchos desafíos. Aquí el ex diplomático entrega una mirada de futuro del país oriental que este año cambia de dinastía.

Al principio era un sueño esto de fomentar un centro de estudios que recopilara información permanente de China, pero la fórmula de Fernando Reyes Matta resultó, básicamente, por su experiencia como académico y diplomático y por el  apoyo financiero de entidades privadas y públicas que le permitieron realizar seminarios y mantener un nutrido diálogo con los países vecinos. El profesor está satisfecho con lo que se hizo este 2011, pero se plantea el desafío de que su trabajo se interne en la comunidad universitaria.

-¿Satisfecho con su trabajo?

-Estoy contento porque cumplimos, en términos estratégicos, con las metas que nos fijamos, que eran: producir publicación importante de avance en el pensamiento y participar en publicaciones con otras instituciones académicas de la región.

-¿De qué trata el mencionado instrumento de seguimiento de la opinión pública?

-Es un instrumento que no existía, analizamos cómo se expresan en América Latina los temas de China: hacemos análisis de contenido de la opinión en editoriales, columnas,  entrevistas, reportajes, etc. Partimos haciendo boletines universitarios para políticos, empresarios y académicos, publicaciones que han tenido una curva ascendente de participación.

-¿Estos dos libros publicados fueron hechos con apoyo de otras universidades de la región?

-Sí, son libros dedicados a temas de Chile y América Latina, publicados por instituciones académicas. Tenemos un tercer libro que ya está en la imprenta en la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Argentina), editado por el Centro de Estudios de la Economía Asia Pacífico que es otro de nuestros socios permanentes.

El chino de clase media

Para el 2012, Reyes Matta adelanta la organización de un seminario, que muy probablemente será en el mes de mayo o junio, en conjunto con el  Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencia de China con sede en Beijing. Este encuentro tendrá como eje uno de los pilares que más complica a la nación china: las clases medias.

“En China los últimos 20 años se produjo una explosión de 350 millones de personas de este sector social, por eso la autoridades se preguntan qué hacemos con ellos considerando que el 2020 van a ser 600 millones”, comenta el académico.

-¿Las clases medias chinas demandan mejoras sustanciales igual que acá?

– La clase media se está moviendo en todo el mundo y plantea demandas que tienen que ver con satisfacciones, ha habido más inclusión, pero fala una visión profunda a la aspiración de aquellos que han sido incluidos.

El segundo evento relevante,  pensando para noviembre, es de análisis político: el 2012, el año del dragón de fuego,  se elige el nuevo Secretario General Comunista de la República Popular China, que pasaría a ser el nuevo presidente, para lo cual la UNAB está organizado otra cumbre de expertos.

Según explica Reyes Matta, la llegada al poder de la quinta generación china es incierta, en el seminario vamos a debatir qué ideas traen y que cosas se sacan en concreto del último congreso del partido comunista.

-¿Usted cree que vienen aires más liberales para la nación?-

-Vienen cambios en lo social porque son inherentes a la transformación que ha tenido la sociedad china en los últimos años, especialmente, por las redes sociales de información. Se suele decir que los diarios están controlados, que internet está intervenido y es verdad, pero el desborde que la sociedad china vive en su cotidianeidad es inmenso. Un país que tiene 520 millones de usuarios de internet, 200 millones de blogs y que en la práctica en twitter son miles de millones los que están conectados y transformándolo todo, es un desafío. En los diarios chinos se escribe mucho sobre el impacto de las redes digitales.

– ¿Usted cree que los chinos quieren un cambio mayor en cuanto a las libertades?-

-La sociedad china no quiere un cambio mayor porque no quiere desestabilización, pero quieren vivir mejor.  Hay que considerar que el país toma sus formas modernas recién en los últimos 30 años, descienden de un sistema de autoridad central fuerte por dos mil quinientos años. Hay dos mil 400 años de emperador a emperador con poder absoluto y cien años con una práctica de república que no termina de ordenarse. Nosotros no estamos haciendo juicios de valor respecto de lo que hoy quiere China, pero usted puede decir que allá no existen valores occidentales absolutos, los chinos dirían: “sí, es cierto”,  pero  los occidentales los tienen desde 1780 en adelante, y en esa época la potencia número uno era China y lo fue por 2 mil años. Nuestro estudio quiere entender lo que piensa un país que tiene detrás 2500 años de Confucio y 2000 mil años de Lao-Tsé.

-¿Profesor, cómo bajamos estos estudios al alumnado para que se sientan incluidos en este conocimiento?

-Queremos armar un diplomado y  poner en marcha el apoyo a profesores jefe  que quieran dirigir tesis en relación a China. La invitación es para las distintas disciplinas académicas: arquitectura, periodismo, economía, etc. Nosotros podemos ser profesores guía, y si eso se produce, podríamos tener tres o cuatro tesis sobre China elaboradas dentro de la Universidad Andrés Bello y financiadas por el Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China.