La Tercera | Nuevo gobierno, viejos desafíos
La directora de la Escuela de Trabajo Social de la UNAB, Marcela Flotts, aborda los viejos desafíos que espera a la nueva administración, al menos, en la cartera de Desarrollo Social. Lee aquí su carta al director Nuevo gobierno, viejos desafío, publicada hoy lunes en Diario La Tercera. Nuevo gobierno, viejos desafíos Señor Director: En el […]
La directora de la Escuela de Trabajo Social de la UNAB, Marcela Flotts, aborda los viejos desafíos que espera a la nueva administración, al menos, en la cartera de Desarrollo Social. Lee aquí su carta al director Nuevo gobierno, viejos desafío, publicada hoy lunes en Diario La Tercera.
Nuevo gobierno, viejos desafíos
Señor Director:
En el escenario de cambios en el poder ejecutivo y parte del legislativo comienzan a surgir las preguntas y reflexiones acerca de los desafíos que enfrentará el nuevo gobierno.
Particularmente en materia social, ha llamado la atención el nombramiento del ministro de Desarrollo Social proveniente del mundo empresarial, así como también el futuro cambio de la cartera a Ministerio de la Familia y Desarrollo Social. Al respecto, y aunque pueda parecer obvio, conviene recalcar que la gestión de lo social congrega complejidades particulares, especialmente en un país como Chile, donde cifras ventajosas respecto a la superación de la pobreza, por ejemplo, conviven con altos niveles de desigualdad económica, social y de trato entre las personas.
En ese sentido, la presencia de un Estado más fuerte en materia social se levanta como una necesidad de primera línea, de manera de contar con ofertas públicas de calidad que no solo tengan como metas mejorar cifras, sino que permitan que la tan convocada y malentendida “igualdad de oportunidades” se materialice en forma concreta y real para miles de chilenos.
Es esencial considerar que las transformaciones sociales que el país necesita -y que no pueden ser asemejadas a meros bienes y servicios- requieren de responsabilidad pública y estatal como fundamento para asegurar condiciones de vida digna para todos.
Por otro lado, se espera también que la incorporación del concepto Familia al título del Ministerio sea coherente con los cambios demográficos, culturales y asociados a la migración. Esto es, considerar las múltiples configuraciones familiares que existen en nuestro país y así operar bajo lógicas inclusivas que respeten la diversidad y que no dejen a nadie fuera del progreso.
Marcela Flotts
Directora Escuela de Trabajo Social
Universidad Andrés Bello
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Escrito por: Prensa-UNAB