La enfermedad celiaca puede ser gatillada por estrés, embarazo e infecciones

Si bien no existen datos absolutos de la prevalencia, distintos estudios estiman que en Chile una de cada 300 personas puede sufrir de esta patología crónica, que se genera por el consumo del gluten, que termina dañando la mucosa del intestino, explica el doctor Freddy Squella, gastroenterólogo y académico de la Facultad de Medicina de la U. Andrés Bello.

La enfermedad celiaca es una patología autoinmune que requiere factores genéticos y ambientales como estrés, embarazo, intervenciones quirúrgicas o infecciones, entre otras, para que se desarrolle como tal.

Si bien no existen datos absolutos de la prevalencia, es decir, la cantidad de personas que se han visto afectadas por este mal, distintos estudios revelan que esta enfermedad puede afectar a una de cada 300 personas y que tendría una proporción de 2 a 1 de mujeres sobre hombres. Esto indica, explica el doctor Freddy Squella, gastroenterólogo y académico de la Facultad de Medicina de la U. Andrés Bello, que pudiera estar en relación con factores relacionados con embarazo.

Esta patología digestiva no tiene cura, sin embargo, el doctor señala que el único tratamiento eficaz es realizar una dieta que excluya de gluten y realizar controles regulares de la evolución de enfermedad, a pesar de no tener molestias.

¿Qué comer?

Tal como afirma el doctor Squella, la dieta es fundamental para sobrellevar de mejor forma la enfermedad celiaca, por lo cual sugiere excluir, de por vida, alimentos que contengan gluten, como el trigo, centeno, cebada y cereales (excepto arroz y maíz).

Pero también hay que cuidarse de los derivados que no contengan en la etiqueta “exento de gluten”, por ejemplo, bebidas que contengan malta, empanadas, verduras preparadas o en conserva, salsas y sopas comerciales, repostería comercial y helados.

Entre los alimentos permitidos destaca el arroz, maíz, soja, todos los cereales que no contengan trigo, centeno o avena, productos con almidón de trigo, leche y sus derivados (queso, mantequilla, nata), carnes, pescado y mariscos frescos de cualquier procedencia, huevos, verduras y frutas, hortalizas, lentejas, garbanzos, alubias, frutos secos, azúcar, miel, aceite, margarina, sal, vinagre, pimienta, colorantes.

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Sonia Tamayo

stamayo@unab.cl