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Facultad de Medicina UNAB: la tecnología y la simulación al servicio de los futuros médicos

Para mejorar las competencias de los profesionales de la salud la facultad construyó una de las más modernas instalaciones para efectuar clases en simulación clínica. Hace un par de años participar de una clase de medicina que incluyera salas de simulación de emergencia con maniquíes que respiran, tienen pulsaciones o se quejan de dolor y, aún […]

Para mejorar las competencias de los profesionales de la salud la facultad construyó una de las más modernas instalaciones para efectuar clases en simulación clínica.

Hace un par de años participar de una clase de medicina que incluyera salas de simulación de emergencia con maniquíes que respiran, tienen pulsaciones o se quejan de dolor y, aún más, con tecnología de punta para monitorear lo que el estudiante realiza, era impensado. También era poco probable atender a maniquíes para practicar y tratar hemorragia de post parto o una crisis respiratoria in situ.

Pero hoy es una tendencia en la educación de los futuros profesionales de la salud en el mundo y en Chile, es un proceso reciente y con esfuerzos puntuales en diferentes escuelas de salud. La Facultad de Medicina de la U. Andrés Bella apostó por esta nueva forma de preparar a los futuros médicos e inauguró una de los más grandes y modernos Centros de Simulación Clínica del país.

El objetivo de trabajar con estas herramientas, explica el doctor Pedro Uribe, decano de la Facultad de Medicina de la U. Andrés Bello, es mejorar la seguridad en la atención de los pacientes a través del entrenamiento reflexivo de los profesionales y alumnos de la salud, pero además contar con técnicas de evaluación más precisas.

Error médico cero

Por otro lado, precisa el doctor Uribe, los estudiantes pueden desarrollar habilidades específicas sin poner en riesgo a los pacientes y pudiendo repetir las destrezas hasta dominarlas, llegando a un nivel de error cero.

El Centro de Simulación cuenta con una infraestructura que se distribuye en 650 m2 y nueve salas en las cuales se recrean escenarios simultáneos de pabellón quirúrgico, emergencia cardio-respiratoria, sala de parto, neonatología y box de consultas médicas hospitalaria.  Los maniquíes poseen sensores y son maniobrados a través de software que permiten que “hablen” para expresar lo que sienten y tengan pulsaciones, por ejemplo.

A su vez cada movimiento de los alumnos es seguido por cámaras las cuales registran imágenes y el monitoreo de los signos vitales del “paciente” en cada uno de los procedimiento que realizan los futuros médicos.

Sonia Tamayo

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Escrito por: Prensa-UNAB