Experto insiste en no automedicarse Omeprazol

Cada día surgen nuevos testimonios de personas que sufren de acidez y que por años han consumido este medicamento. Estudios recientes han demostrado la relación entre la administración prolongada de este fármaco y el aumento en el riesgo de fracturas, por tal razón es necesario un mayor control en la venta de estos medicamentos, advierte José Manuel Delgado, académico de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello.

La hiperacidez gástrica es una molesta condición muy frecuente en nuestros días, que se genera a partir de la excesiva secreción de ácido a nivel estomacal. Para combatir esta molestia los medicamentos más frecuentes son el Omeprazol y el Lansoprazol, los cuales actúan disminuyendo la secreción ácida en el estómago.

Estos fármacos son ampliamente utilizados en el tratamiento de desórdenes relacionados con la secreción ácida, como la esofagitis erosiva, la úlcera péptica y las gastropatías inducidas por el uso de medicamentos, principalmente analgésicos antiinflamatorios no esteroidales.

El químico farmacéutico José Manuel Delgado, académico de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello, apunta que la preocupación surge al observar que pese a que la venta de este tipo de medicamentos está restringida a la receta médica, diversas farmacias no respetan la normativa, sin tener en cuenta los posibles efectos que podría causar su incorrecta utilización.

Estudios recientes demuestran la relación entre la administración prolongada de estos fármacos y el aumento en el riesgo de fracturas, debido al efecto de los mismos sobre el balance en el calcio corporal.

“Algunas investigaciones indican un incremento en el riesgo de fractura a partir del primer año de tratamiento. Asimismo se evidencia que la fuerza de esta asociación se incrementa al prolongar la terapia”, explica el académico. Agrega que: “también se ha evidenciado un aumento en el riesgo de fracturas de cadera asociadas a osteoporosis en relación a terapias prolongadas con fármacos como el omeprazol (inhibidores de la bomba de protones)”.

Finalmente el profesional hace un llamado a los pacientes a no automedicarse y al análisis de la factibilidad de limitar los tratamientos farmacológicos en base a lo argumentado científicamente. “El profesional químico farmacéutico en su labor educativa sobre el correcto uso de los medicamentos juega un importante papel y específicamente en este caso, interviniendo oportunamente al promover estilos de vida, sugerir la evaluación de otras opciones terapéuticas y formas de alimentación que propicien una evolución natural hacia la mejoría de los estados de hiperacidez gástrica”, concluye.

Recuerda enviar tus comentarios a abmedios@unab.cl y síguenos en el twitter @noticiasunab.

Sonia Tamayo

stamayo@unab.cl