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Especialista UNAB detalla los errores más frecuentes que comenten los estudiantes en la “previa” de la PSU

Queda menos de un mes para rendir la emblemática prueba nacional. Evitar objetivos muy ambiciosos, limitarse a responder facsímiles y luego cortejar respuestas, y estudiar compulsivamente utilizando estimulantes como el cigarrillo y el café, son algunos de las equivocaciones que más perjudican el desempeño pre-examen. Al quedar poco tiempo para la fecha de la Prueba […]

Queda menos de un mes para rendir la emblemática prueba nacional. Evitar objetivos muy ambiciosos, limitarse a responder facsímiles y luego cortejar respuestas, y estudiar compulsivamente utilizando estimulantes como el cigarrillo y el café, son algunos de las equivocaciones que más perjudican el desempeño pre-examen.

Al quedar poco tiempo para la fecha de la Prueba de Selección Universitaria muchos jóvenes entran en un camino errado de nerviosismo y estudio sin respiro. Pero una actitud muy ansiosa planteando objetivos ambiciosos a semanas de la PSU solo perjudicará el resultado, advierte Josefina Guerra Coordinadora de Preunab.

Un error que cometen a menudo los estudiantes, indica la experta, es que al preparar la PSU se limiten solo a responder facsímiles o guías de ejercicios y luego cotejar sus respuestas. Esto sin tomarse el tiempo necesario para retroalimentar esta actividad.

“Lo recomendable, en cambio, es privilegiar calidad por sobre la cantidad y trabajar cada ejercicio hasta que se haya comprendido totalmente, aclarar dudas y revisar los conceptos asociados”, sostiene la especialista.

Estudio compulsivo

Sólo responder las interrogantes sin haber asimilado los contenidos o no analizar las preguntas para comprender el porqué de los errores cometidos, no permite un mejoramiento significativo del puntaje. Otro error común en este último período es estudiar en forma compulsiva, con sesiones muy prolongadas o desvelarse repasando noche tras noche. “Si a ello, se agrega el consumo de sustancias estimulantes para mantenerse alerta como café o cigarrillos, el resultado es ansiedad creciente y deterioro progresivo de la capacidad de aprendizaje”, advierte Guerra.

En términos de hábitos y rutinas lo más recomendable es alimentarse bien y en forma sana, junto con dormir las horas necesarias. Sin embargo, recalca Josefina Guerra, es un error suprimir los espacios de recreación y menos aún suspender el ejercicio físico, que es muy útil para oxigenarse, distraer la mente y bajar los niveles de ansiedad. Por lo tanto es vital dormir y descansar bien.

“Es imprescindible que al planificar las actividades de este último período, se incorporen horarios para recrearse, ya sea para hacer actividades al aire libre, ir al cine y compartir con la familia. Todas estas actividades también influyen en adquisición de aprendizaje”, concluye la experta.

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Paulina Sepúlveda
paulinasepulveda@unab.cl

Escrito por: Prensa-UNAB