En base al trabajo de investigación realizado por los investigadores Clotilde Napp de la Universidad Dauphine de Paris, y Thomas Breda de la Escuela de Economía de País, El Mercurio profundizó en el estereotipo de “brillantez de género”, y cómo las mujeres atribuyen sus fallas académicas a un rendimiento personal, mientras los hombres culpan factores externos.
La directora de la Escuela de Educación de la UNAB, Carmen Gloria Garrido se refirió a los contextos en que las y los estudiantes se enfrentan a logros y fracasos, desde el inicio la formación de niños y niñas tienen una influencia en su comportamiento futuro. En este punto destacó que entre otros factores “a las mujeres nos pesa mucho cuando cometemos un error. Y de alguna manera se genera el síndrome del impostor, donde dudo de mi talento y de donde estoy. Pareciera que tras una falla tenemos que demostrar más”.