Dr. Ernesto Ewertz relata cómo se transformó en médico especialista en la UNAB y reconocido a nivel nacional
A sus 29 años, este médico se destacó dentro de los 15 nuevos especialistas formados en la U. Andrés Bello tras lograr el puntaje máximo en examen de la SCHOT.
A sus 29 años, este médico se destacó dentro de los 15 nuevos especialistas formados en la U. Andrés Bello tras lograr el puntaje máximo en examen de la SCHOT.
Recientemente, la Facultad de Medicina de la U. Andrés Bello entregó este año 15 nuevos especialistas médicos al país. Entre ello, destacó el Dr. Ernesto Ewertz Miquel, quien además obtuvo el mejor puntaje a nivel nacional del examen que año a año realiza la Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología (SCHOT).
Médico titulado en la U. de Los Andes, a sus 29 años decidió especializarse en Traumatología y Ortopedia en el Programa de Formación de Especialistas de la UNAB.
Días después de recibir su certificación, explica por qué eligió a la U. Andrés Bello para su especialización, qué espera para su futuro y cuál es su análisis sobre el déficit de especialistas en Chile. Acá está la entrevista imperdible de un amante del boxeo que tuvo que dejar de practicarlo para dedicarse de lleno a su beca de especialización.
-¿Qué le motivó a especializarse en traumatología y ortopedia?
– Mientras estaba en pregrado investigué en nefrología, células madres y regeneración renal, si bien fue algo que me gustó mucho creo que el área quirúrgica me atraía todavía más. Finalmente, decidí postular a traumatología porque creo que es una especialidad donde se mezcla tanto la clínica, la cirugía y la investigación.
-¿Por qué eligió hacer la especialización en la U. Andrés Bello?
-La principal razón fue porque tienen campos clínicos de excelencia. Creo que el Hospital del Trabajador es un centro de formación muy completo, reconocido por la calidad técnica de sus profesionales. Es un centro que concentra gran parte de la patología traumatológica, lo que permite tener una docencia activa, desafiante y una gran exposición a diferentes patologías quirúrgicas, lo cual genera un aprendizaje real a través de una práctica tutoreada.
-¿Qué opina del déficit de especialistas que hay en el país, especialmente en el sector público?
-Creo que el déficit de especialistas en nuestro país es un problema importante de abordar, pero no solo la falta de especialistas en el sector público, sino que sobre todo el déficit a nivel de regiones, lo cual es aún más preocupante. Hay localidades en nuestro país donde hay 1 médico por cada 500 habitantes, llegando en los extremos de Chile a 1 médico por 850 habitantes. Este último tiempo, el Ministerio ha impulsado iniciativas para el aumento de especialistas teniendo como meta llegar a formar 4 mil nuevos médicos especialistas, en el período 2015-2018. Lo que significa un desafío mayor que necesita el compromiso de todos los médicos tanto, ya egresados como de los que están actualmente en formación.
-¿Qué consejos le daría a los estudiantes de Medicina respecto a cómo terminar con éxito el pregrado y luego una especialización, sacando un alto puntaje en un examen de la especialidad?
-El mejor consejo es ser constante, tener metas claras y hacer las cosas por gusto. El tiempo y dedicación que demanda la carrera exige que lo hagamos porque es algo que nos atrae y nos mueve, no por obligación. El pregrado es parte fundamental de nuestra formación, independiente de la especialidad a la que cada uno quiera postular. Los conocimientos y habilidades que se adquieren en el pregrado son fundamentales para el enfrentamiento y valoración del paciente de forma integral y así entregar una atención de calidad. Respecto a la especialidad, mi consejo es disfrutar el aprendizaje y tratar de aprovechar a los docentes al máximo y nunca dejar de cuestionarse nuestra práctica y de cómo mejorarla.
-¿Cómo fue su experiencia como residente?
-Fue una excelente experiencia. Si bien es una etapa demandante en términos de horarios, creo que el centro en el que me formé, las personas a las que conocí y los amigos que uno conoce, la hicieron una de las etapas más entretenidas de la carrera. En mi experiencia, en esta etapa se aprende no solo la teoría de la práctica traumatológica, sino que la importancia del trabajo en equipo para lograr resultados exitosos en la rehabilitación del paciente. La forma de trato transversal entre todo el personal de salud, la cercanía de los docentes y su inquietud académica permanente, hacen que como residentes valoremos estudio y aprendizaje continuo como una pieza clave en el desarrollo de nuestra práctica clínica, algo que se hace por inquietud, por gusto y con gusto.
-¿Cómo vislumbra su futuro en esta área?
-Pretendo continuar mi formación en la subespecialidad de cadera y pelvis, posteriormente espero complementar mi formación con pasantías fuera del país y no desligarme de la investigación y docencia.
Escrito por: Grupo Alba