Diseñadora apuesta por dar una segunda “vida” a los materiales
La Diseñadora Textil inglesa, Carolta du Pontavice, académica de la UNAB, reutiliza desde botones hasta envases de té para fabricar muñecas. Al comienzo de la era humana el uso de la ropa fue fundamental. Protegerse de las inclemencias del tiempo, fue el primer objetivo de los cueros de animales que el hombre prehistórico usaba. Al […]
La Diseñadora Textil inglesa, Carolta du Pontavice, académica de la UNAB, reutiliza desde botones hasta envases de té para fabricar muñecas.
Al comienzo de la era humana el uso de la ropa fue fundamental. Protegerse de las inclemencias del tiempo, fue el primer objetivo de los cueros de animales que el hombre prehistórico usaba. Al pasar el tiempo, ya en todas las culturas, el uso de la ropa pasó a formar parte no sólo de esta necesidad práctica, si no que además se utilizó para embellecer el cuerpo, identificar estatus, pertenencia étnica y sexo.
Carlota du Pontavice, diseñadora textil entiende muy bien esta necesidad. Es más, ella se considera una amante de las telas, entre las que creció ya que sus abuelos catalanes eran sastres. Para ella un retazo de gabardina usado puede tener más valor que un anillo de oro. Lo que destaca la diseñadora UNAB es que “ese pedazo de tela tiene una historia previa, fue utilizado con un fin, y al reutilizarlo su valor se incrementa ya que las energías positivas se trapasan”.
El taller de Carlota es el pasaporte a otro mundo. Miles de botones, retazos de telas, alambres, pinturas, plumas, cierres, entre otros artículos, dan vida a collares, telas y muñecas. Pero lo más novedoso, son los materiales que utiliza. No se escapan de sus creaciones las tapas de bebida, pedazos de cartón, hasta envases de productos. “Estos materiales para mi son más valiosos, porque siento que le estoy dando una nueva oportunidad de vida”, señala Carlota.
En sus muchos viajes por el mundo, la diseñadora entendió que en las culturas más pobres como en India, reciclaban materiales ya que la mayoría de las personas no tenían acceso a productos industriales. “La fabricación era entonces hecha con sus propias manos”, explica.
El trabajo de Carlota du Pontavice es transmitir a sus alumnos esta experiencia, la fabricación de materiales con sus propias manos. En el taller de textil que imparte en la Universidad Andrés Bello, hace que los alumnos trabajen con su propia inspiración, pero utilizando técnicas antiguas como el pachwork o el tejido con telar. Lo novedoso es que enseña a utilizar estos procesos en el diseño industrial
Pouppée
La fabricación de muñecas es algo que siempre llamó la atención de Carlota. “He visto como en todas las culturas, las mujeres son muy cercanas a las muñecas. En todas las culturas hay muñecos, algunos más chamánicos que otros”. Carlota cuenta que al inicio de este taller, la fabricación de muñecos fue más bien una terapia. Le entregaba elementos de personalidad que ella carecía.
Los muñecos se pueden realizar con todo tipo de materiales. Carlota usa, para la fabricación de dos muñecos, los cartuchos de las bolsas de té. Cabezas de alfileres que dan vida a los ojos y otros que son parte de los brazos. Para cada uno de ellos Carlota utilizó botones o algún pedazo de la ropa de sus hijos. “Eso es parte de la memoria. Me gusta ver ese botón que fue parte del ajuar de bebé de alguno de mis hijos en un nuevo diseño. Siento que le doy una segunda oportunidad a ese botón para seguir siendo parte del diseño”. Carlota explica este hecho como el “Upside Clean”, o sea, dar valor al reciclado.
Por Valentina del Campo
vdelcampo@unab.cl
Escrito por: Prensa-UNAB