Diario UNAB| Inclusión y pluralismo, el valor formativo que trasciende y proyecta en la comunidad UNAB
La Universidad celebra 30 años de historia y de formación de nuevas generaciones. Un trabajo fortalecido gracias a la conexión que ha alcanzado de la comunidad educativa, de la que son parte académicos, estudiantes y colaboradores.
“Partimos en marzo de 1989 con menos de 100 estudiantes. 30 años después somos una universidad con más de 40 mil alumnos en nuestros ocho campus de Santiago, Viña del Mar y Concepción”, reflexiona el rector de la Universidad Andrés Bello, doctor José Rodríguez al hacer un recuento de la historia de la casa de estudios.
Al inicio las primeras carreras impartidas en UNAB fueron Derecho, Arquitectura, Ingeniería Comercial y Periodismo. El desarrollo sostenido ha conducido a que la universidad cuente con 65 programas de pregrado tradicional, nueve programas de Advance, 53 programas de magíster, especialidades médicas y odontológicas, además de nueve doctorados.
«Mantenemos nuestro sello y espíritu inicial, pero a la vez nos adecuamos a las constantes transformaciones de un mundo cada vez más globalizado e interconectado», refuerza el rector.
Ese desarrollo no sería posible sin la construcción que cientos de académicos, alumnos, colaboradores y autoridades han realizado durante los 30 años. Siete sectores han dejado su sello durante el período en que dirigieron la casa de estudios, y que han dado forma a la UNAB de hoy.
La excelencia académica y solidez del modelo educativo la convirtió en la primera institución privada en obtener su acreditación institucional. Muy pronto fue la primera y única universidad privada del país en certificarse conjuntamente en las áreas voluntarias de Vinculación con el Medio y de Investigación.
Inclusión y pluralismo
Al hablar de comunidad educativa, el trabajo de perfeccionamiento ha sido permanente, un norte formativo que se sustenta en iniciativas que buscan ser un agente de fortalecimiento social, como el Diploma en Habilidades Laborales que surgió en 2006 y que se imparte en las sedes de Santiago, Viña del Mar y Concepción.
A nivel interno, la Universidad Andrés Bello se ha preocupado de acoger todo tipo de creencias políticas y religiosas en el marco del respeto y la tolerancia. Por eso la institución cuenta con una Política de Convivencia: Inclusión y Promoción del Respeto, que busca garantizar un ambiente de tolerancia y trato digno recíproco. Así también en mayo de este año se firmó un decreto que permite que los estudiantes trans usar su nombre social en los registros de asistencia dentro de la universidad.
“Desde un inicio, el propósito de los fundadores de la Universidad fue convertirse, en el corto plazo, en un proyecto académico pluralista e inclusivo. Sus primeras definiciones estratégicas propendieron a un sello permanente de calidad y sustentabilidad del proyecto”, destaca el rector de UNAB.
Han pasado 30 años y la Universidad Andrés Bello se proyecta sólida, con cimientos acorde a las exigencias de la actualidad, así lo destaca el rector: “Estamos listos para enfrentar los nuevos desafíos que nuestro propio crecimiento nos impone, sin perder nuestra visión para consolidarnos no solo como una de las mejores universidades del país, sino también una donde nos reconocemos, nos respetamos, nos incluimos y nos interconectamos para dar lo mejor de nosotros”.
Escrito por: Inger Ambler