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Día Mundial sin Tabaco: 40,6% de los adultos chilenos son fumadores

El consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades pulmonares y cardiovasculares. De acuerdo a los resultados obtenidos en la última Encuesta Nacional de Salud, casi la mitad de los adultos chilenos fuman.   La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra cada […]

El consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades pulmonares y cardiovasculares. De acuerdo a los resultados obtenidos en la última Encuesta Nacional de Salud, casi la mitad de los adultos chilenos fuman.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra cada 31 de mayo el Día Mundial sin Fumar, con el objetivo de poder difundir en la población los riesgos del consumo de tabaco para la salud y fomentar políticas eficaces de reducción de dicho consumo.  El tabaquismo es una enfermedad crónica, que se caracteriza por la adicción a la nicotina.

“Al igual que la cocaína, heroína, alcohol, etc., la nicotina es una droga que crea dependencia e induce aumento de su tolerancia, es decir, se necesitan dosis crecientes para obtener efecto”, explica Patricia Donoso, académica de la Facultad de Enfermería de la U. Andrés Bello, sede Viña del Mar. Su carácter adictivo, agrega, hace difícil el abandono y mantiene a los fumadores recibiendo grandes cantidades de tóxicos, irritantes, mutágenos y carcinógenos para obtener una pequeña dosis de nicotina.

Según  la última Encuesta Nacional de Salud, el 40,6% de la población general adulta chilena es fumadora. El porcentaje de hombres que se declara fumador es significativamente mayor que el porcentaje de mujeres (44,2% versus 37,1%, respectivamente).  La mayor prevalencia se da en la Región Metropolitana de Santiago, donde un 46,6% de las personas se declara fumadora.

Enfermedades crónicas

El consumo de tabaco es la segunda causa mundial de muerte, tras la hipertensión, y es responsable del fallecimiento de uno de cada diez adultos. Es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y patologías pulmonares y cardiovasculares. La académica de la UNAB explica, además, que más del 70% de las muertes por cáncer de pulmón, bronquios y tráquea son atribuibles al consumo de tabaco. Si se mantienen las tendencias actuales, el consumo de tabaco matará a más de 8 millones de personas al año en 2030.

Por otro lado, el tabaquismo pasivo es causa de graves enfermedades cardiovasculares y respiratorias, entre ellas la cardiopatía coronaria y el cáncer de pulmón en el adulto; del síndrome de muerte súbita en el lactante, y de bajo peso al nacer en el feto.

Ni la ventilación ni la filtración, ni siquiera ambas combinadas, pueden reducir la exposición al humo de tabaco en espacios interiores a niveles que se consideren aceptables. Los entornos totalmente exentos de humo de tabaco ofrecen la única protección eficaz.

Educación y prevención

Patricia Donoso comenta que la mejor manera de prevenir el tabaquismo es educando a la población, sobre todo a los más pequeños, evitando de ese modo que los niños y adolescentes se inicien en el consumo de cigarrillos. La prevención es fundamental, a través de la educación a padres y cuidadores mediante los controles de salud de los niños de 0 a 6 años. 

“Prevenir el tabaquismo es esencial y se puede hacer en el establecimiento de programas educativos a edades tempranas, como también en jardines infantiles como en los colegios. Es importante, además, fomentar los factores protectores individuales y familiares para el consumo de cigarrillos en adolescentes.-A esto se suma, la participación en programas intersectoriales de salud y educación que tengan como propósito fundamental la prevención del consumo de tabaco en la comunidad escolar”, dice la experta.

Escrito por: Prensa-UNAB