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¿Cuánto Contaminan las Pilas?

Los mp3, cámaras de fotos, controles remotos y otros artículos de uso común dependen de ellas para funcionar; así, pero una vez gastadas al desecharlas, no se tiene conciencia de cuánto se está contaminando el medio ambiente.

Los mp3, cámaras de fotos, controles remotos y otros artículos de uso común dependen de ellas para funcionar;  pero al desecharlas, no se tiene conciencia de cuánto se está contaminando el medio ambiente.

El uso de pilas es masivo, generalmente son dispositivos pequeños, en los que la energía química se transforma en eléctrica. Pero su inofensiva apariencia, al momento de ser desechadas junto a la basura común pueden contaminar los suelos y los cursos de agua, así lo explica la directora de la carrera de Ecoturismo de nuestra Universidad, Mitzi Acevedo.

El 30 % de cada pila está compuesto por elementos tóxicos como mercurio, plomo, litio, cadmio y níquel. Según datos del Banco Central, a Chile ingresan cerca de cien millones de pilas al año y se desechan aproximadamente 80 millones, sin contar con el mercado de pilas ‘piratas’, desechadas de otros países que aumentan en un 10 % estas cifras. “Y cuando se agotan y deja de ser útiles se van a la basura y terminan en un vertedero o relleno cercano a un área urbana, donde junto a otras basuras, inician su lento proceso de descomposición, momento en el que se convierten en un peligroso enemigo de la salud del ambiente y de la vida, humana y no humana”, alerta la académica.

De acuerdo a informes de Greenpeace, el mercurio es bioacumulable y se considera un elemento cancerígeno. Una alta exposición puede causar daño cerebral, en los riñones y al desarrollo fetal. El mercurio emitido en los basureros contamina el agua y la tierra, con lo que puede llegar a la comida pues se acumula en los tejidos de peces.

El plomo puede dañar el sistema nervioso, los riñones y el sistema reproductivo. Como no se degrada, cuando se libera al aire puede ser transportado largas distancias antes de sedimentar. Se adhiere a partículas en el suelo y puede pasar a aguas subterráneas.

El litio es un neurotóxico y es tóxico para el riñón. Puede producir fallas respiratorias, depresión del miocardio, edema pulmonar y estupor profundo. Daña al sistema nervioso, hasta provocar estado de coma e incluso la muerte. El litio puede lixiviarse fácilmente y llegar a los mantos acuíferos.

El cadmio es una sustancia cancerígena que si se respira en altas concentraciones produce graves lesiones en los pulmones; ingerirlo provoca daños a los riñones. En dosis altas puede producir la muerte. Ingerir alimentos o tomar agua con cadmio irrita el estómago e induce vómitos y diarrea. El cadmio entra al aire y al agua desde vertederos o por derrames de desechos domésticos, y puede viajar largas distancias.

El níquel tiene efectos sobre la piel. Respirar altas cantidades produce bronquitis crónica, y cáncer del pulmón y de los senos nasales. Se libera a la atmósfera por la incineración de basura. En el aire, se adhiere a partículas de polvo que se depositan en el suelo.

Mitzi Acevedo resalta que “así, el daño es inversamente proporcional al tamaño, entre más pequeña es la pila, más contamina: una pila común gastada y arrojada al suelo contamina 3.000 litros de agua; una pila alcalina (que contiene mercurio) 160.000 litros y una pequeña pila de reloj 600.000 litros de agua”.

Y lo más preocupante es que a pesar de esto, las pilas no tienen el manejo que requiere un residuo peligroso sino que van a parar a los vertederos municipales, donde su envoltorio es corroído por los procesos de fermentación de la basura, haciendo que sus compuestos tóxicos se escurran (lixivian) contaminando suelos y cuerpos de agua.

Por lo general las pilas y baterías terminan siendo quemadas en estos basureros, lo que aumenta la contaminación por la generación de sustancias altamente peligrosas y cancerígenas, como son las dioxinas y los furanos.

Por ello la académica recomienda:

– Evitar el botar pilas y baterías en la basura doméstica

– No adquirir pilas de dudosa procedencia

– Promover que fabricantes, importadores y distribuidores de pilas se hagan cargo del acopio y reciclaje de estos productos al final de su vida útil

– Opta por las pilas recargables, pues pueden sustituir 300 desechables, pero se deben evitar las de Niquel-Cadmio (Ni-Cd). Aunque son más caras, las de Ni-MH (Niquel-Hidrato de Metal) son suficientemente inofensivas como para ser desechadas con la basura doméstica, y funcionan mejor con los aparatos de alto consumo.

Escrito por: Prensa-UNAB