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CONOCE A TU PROFE | La enfermera que disfruta enseñar e investigar sobre cáncer cervicouterino

María Teresa Urrutia ha dedicado gran parte de su vida como investigadora en el área de la salud de la mujer. A sus 48 años, disfruta enseñando e investigando en la Facultad de Enfermería de la U. Andrés Bello. Esta es su historia. 

María Teresa Urrutia está pasando un momento especial en lo personal y laboral: A sus 48 años, está en los últimos preparativos para su matrimonio (se casa en noviembre) y dice estar feliz como académica en la UNAB en estos tres años.

“Nunca he dejado de trabajar en la academia, siempre en el área de salud de la mujer”, dice la profesora de la Facultad de Enfermería de la U. Andrés Bello, quien revela sus gustos, pasiones y sueños. Esta es la historia de una mujer que hace 15 años se dedica estudiar la prevención de cáncer cervicouterino.

¿Por qué estudió Enfermería?
Recuerdo que cuando mi padre me preguntó por qué quería estudiar enfermería, le dije “porque quiero ayudar a la gente que más lo necesita”, y eso ha sido mi gran motor, no tan solo para entrar a la carrera, sino también para enseñar a los estudiantes y para hacer investigación. Sigo creyendo que la mejor profesión para cuidar a las personas es Enfermería

¿Cómo y cuándo llegó a la UNAB?
Después de 23 años en la Escuela de Enfermería de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), sentí que estaba estancada profesionalmente y que necesitaba seguir creciendo. La PUC no tiene Doctorado en Enfermería por lo tanto mi mirada se dirigió a la UNAB. Yo conocía a la Decana de aquella época Luz Angélica Muñoz, con quien había compartido diferentes momentos profesionales en reuniones en el extranjero, así es que le planteé mis inquietudes y ella me ofreció trabajar en la Facultad. En marzo 2016, me integré a la UNAB y feliz de haber tomado la decisión.

«Me gusta que los alumnos aprendan, por lo que trato siempre de innovar y estar al día. Soy muy respetuosa de la relación profesor-alumno, por lo que me siento tranquila de exigir el cumplimiento de las reglas propia de cada curso, pero también ser flexible cuando se requiere».

¿Cómo nació su gusto por la docencia?
Desde siempre quise trabajar en la Escuela de Enfermería de la PUC, que es mi alma mater. Cuando miraba a las profesoras decía “algún día voy a estar ahí”. Y así fue. Cuando di mi examen de grado en el 94, lo hice en el área de salud de la mujer que fue siempre el área que me gustó. Fui calificada con la nota máxima, y ese mismo día la Jefa del Depto. de Salud de la Mujer me pidió que fuera a conversar con ella por una oferta laboral. Fui a la semana siguiente y me ofreció integrarme a la planta académica para hacer un reemplazo de pre y postnatal de una profesora. Fue una gran oportunidad que no dejé pasar, así que acepté el reemplazo. Un mes antes de terminar el reemplazo, me ofrecieron un cargo y, por lo tanto, me quedé. De ahí en adelante, nunca he dejado de trabajar en la academia, siempre en el área de salud de la mujer: Comencé trabajando en el área de pre parto, atendiendo parto con las alumnas, ya no recuerdo cuántos partos con estudiantes he tenido, pero son muchos, y en el área de puerperio atendiendo a las mujeres postparto. Los años siguientes fueron en el área de ginecología, y a contar del 2004 trabajando en investigación.

¿Cómo es su relación con los estudiantes?
Creo que siempre ha sido cercana. Con los años, obviamente, ha evolucionado, dada la madurez que una logra con los años, tanto en el ámbito personal como profesional. Disfruto mucho estar en contacto con los estudiantes y, sobre todo, enseñar aquello que tanto me gusta que es investigar.

¿Cómo se definirías como profe?
Me gusta que los alumnos aprendan, por lo que trato siempre de innovar y estar al día. Soy muy respetuosa de la relación profesor-alumno, por lo que me siento tranquila de exigir el cumplimiento de las reglas propia de cada curso, pero también ser flexible cuando se requiere. Con los años, te das cuenta que a los alumnos también le gusta que le exijan, y cuando están motivados ellos cumplen.

¿Qué es lo que más le gusta de ser profesora?
Lo que más me gusta es que me mantiene cercana a la juventud lo que es un gran desafío para también estar al día, buscando siempre nuevas metodologías para mantenerlos interesados en lo que les enseñas.

El mundo de la investigación

¿Cómo nace su afición por la investigación?
Siempre me gustó el tema de investigar. Mi formación de pregrado fue muy buena en investigación, se llevaba a cabo una tesis como una de las formas de titulación, por lo que precozmente tuve contacto con esta área. En el pregrado, además, fui ayudante de la Comisión de Investigación de la Escuela de Enfermería y participé en varias jornadas de estudiantes donde presentábamos resultados de investigaciones.  Dos años después de egresar, estando como profesora de la Escuela de Enfermería UC, ingresé al Magister de Nutrición de la Escuela de Medicina de la misma universidad, donde conocí a Francisco Mardones quien fue mi profesor guía de tesis y mentor, con quien además trabajé en proyectos de investigación. Él me transmitió la pasión y rigurosidad por la investigación. Desde aquella época no he dejado de estar involucrada en el área de investigación. En 2004 me adjudiqué el primer fondo de investigación con financiamiento de CONICYT y, desde esa fecha, he estado siempre participando como investigadora ya sea principal o del equipo de algún proyecto.

¿Cuál es su línea investigativa?
Desde hace 15 años me he dedicado a estudiar la prevención de cáncer cervicouterino en población chilena. He abordado el tema a diferentes niveles calidad de vida en mujeres con cáncer, prevención de cáncer en adolescentes, factores que influyen en la adherencia al Papanicolaou, entre otras. El actual proyecto CONICYT que trata sobre intervenciones que incrementan la adherencia a la vacuna contra el Virus Papiloma Humano, principal agente etiológico del cáncer cervicouterino.

¿Cómo se vincula la Enfermería con la Investigación?
El cuidado de enfermería es profesional, por consiguiente, requiere ser basado en evidencia científica, la cual la aporta la investigación.

¿Cuáles han sido sus máximos logros en lo profesional?
Creo que mi mayor logro es ser feliz con lo que hago, con el trabajo que tengo. No todos podemos decir que nos gusta lo que hacemos, y yo soy una de ellas. Me encanta enseñar y me encanta investigar.

Cantar como la Whitney Houston

¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Disfruto con varias cosas: Me gusta la playa, me encanta el mar, por lo que sentir la brisa y caminar por la orilla es un gran placer que trato de mantener. Me gusta bordar, hago alfombras y murales en punto cruz, tengo varias creaciones en proceso. Finalmente, me gusta viajar y conocer nuevos lugares. Obviamente es algo que no se puede hacer todos los días, pero cada vez que lo hago me convenzo que es la mejor inversión de tiempo y dinero que una persona puede hacer.

¿Cuál es su plato preferido?
Mmmm, me encanta comer. Las pastas son mis preferidas.

¿Algún cantante o grupo preferido?
Me gustan diferentes cantantes, y de diferentes épocas: Phill Collins, Adele, Ed-Sheeran. Justin Timberlake entre otros.

¿Un lugar que le encantaría conocer?
Egipto y China.

¿Algún personaje de política, religión, entretención a nivel mundial que admire y por qué?
El jesuita Felipe Berrios. Lo conocí y compartí con él en la época de universidad. Desde entonces, me llama la atención su sencillez y sensibilidad al dolor humano. Es una persona digna de admirar

¿Un sueño que quiera cumplir a corto y mediano plazo?
Un gran sueño es cantar como la Whitney Houston (risas), pero creo que eso se quedó como sueño, ya que no cuento con dotes para ello.

Escrito por: Sonia Tamayo