Repositorio Noticias UNAB

CONOCE A TU PROFE: Académica de Terapia Ocupacional reconoce que su gran «adicción» es bailar cueca urbana

María de los Ángeles Zúñiga es secretaria académica de la Escuela de Terapia Ocupacional de la U. Andrés Bello y a sus 32 años compatibiliza la docencia, estudios y su pasión: bailar cueca urbana. Esta es historia.

Dice que durante su época en la Enseñanza Media, tuvo ciertas dudas vocacionales, incluso en algún momento estuvo entre sus opciones estudiar Psicología, pero se tituló de terapeuta ocupacional en la U. de Chile.

Hoy, a sus 32 años, María de los Ángeles Zúñiga Áviles es la secretaria académica de la Escuela de Terapia Ocupacional de la U. Andrés Bello, y compatibiliza la docencia, sus estudios de un magíster y su “adicción” –como ella define-, la cueca urbana. Esta es su historia.

¿Cómo y cuándo llegó a la UNAB?
Comencé haciendo clases en los pasos prácticos de la asignatura Neurología Adulto, en el año 2015, me invitó una colega. Luego, la reemplacé a ella en su período pre y post natal, y fue así como de a poco comencé a permanecer más horas en la escuela.

¿Cómo nació su gusto por la docencia?
Fue una motivación que surgió en mi etapa del pregrado, pero no sabía si se concretaría. De pronto, la vida me sorprendió con una sincronía universal, y se presentó la oportunidad en un momento en que justamente estaba buscando hacer un cambio en las actividades que estaba desarrollando. El encuentro con estudiantes fue desde el comienzo muy significativo, y eso alimenta mucho la energía para trabajar. Mi participación en esta área ha ido en aumento paulatino, eso ha sido un gran aprendizaje y a la vez una semilla que permite que mi motivación se renueve en los distintos semestres.

¿Cómo es su relación con los estudiantes?
Considero que buena. Lamentablemente a veces el tiempo para compartir es escaso y eso, por supuesto, limita las relaciones. Sin embargo, dentro del contexto de clases las energías están puestas en poder generar un espacio de confianza y crecimiento para todas/os, de esa forma afianzar lazos y, de paso, aprender de lo mucho que tienen para entregar. Hay estudiantes que, con sus historias, ideas y energía, aportan al quehacer docente y personal, invitan a cuestionarnos la praxis, y eso, es algo que agradezco y valoro muchísimo.

¿Cuáles han sido sus máximos logros en lo profesional?
Es una pregunta difícil, soy una profesional joven que no he acumulado una vasta práctica todavía. Sin embargo, podría mencionar experiencias hermosas de trabajo que valoro mucho. Una de ellas es haber participado en el proceso de implementación y puesta en marcha de la primera sala RBC de la comuna de Quilicura. Allí conocí colegas y usuarias/os maravillosos, y pude ser parte de procesos de participación en comunidad muy enriquecedores y admirables, donde destaco el protagonismo que observé en las personas. En ese contexto, todo lo que se construye colectivamente, lo atesoras como un logro. Así como también, las demostraciones de cariño por parte de las personas que te vinculas cotidianamente y que te permiten un espacio de sus vidas.

¿Cuáles son sus planes en lo profesional?
Por lo pronto, continuar con mi formación profesional. Empecé hace poco un magíster, entonces mantener la calma en el paso a paso, creo que en este minuto de mi vida es la clave. Luego de eso, veré cómo se suceden las cosas y cómo está mi energía.

«Hay estudiantes que, con sus historias, ideas y energía, aportan al quehacer docente y personal, invitan a cuestionarnos la praxis, y eso, es algo que agradezco y valoro muchísimo».

¿Cómo fue su primer día en que dictó una clase?
Las primeras “clases” que recuerdo fueron en mi época adolescente, en el contexto de colonias urbanas…deben haber sido instancias difíciles y tal vez no muy buenas (risas)… eran niños con varias situaciones de vida compleja, entonces tal vez me faltaban habilidades para dar el ancho en esa situación. Luego, después de titulada, fui invitada a la escuela donde me formé, en la Universidad de Chile, a participar de una clase compartida con otros compañeros cercanos a mi generación, estaba una de mis profesoras de pregrado también, a la cual admiro mucho. Así que la recuerdo como una linda experiencia.

¿Cómo nace el gusto por la cueca urbana?
Mi familia es cuequera de hace mucho tiempo, pero bailan cueca tradicional, esa con falso y espuela. Yo la encuentro linda, pero me parecía más atractiva la cueca urbana, porque el baile es juguetón, cercano y puedes vestirte de forma más cómoda. Entonces, de a poco comencé a explorar, hasta que en el 2017 tomé un taller. Me sirvió como punta pie, para este año retomar y participar de muchas actividades vinculadas al baile. Es todo un mundo, lleno de gente entretenida de diversas edades, creo que eso ha sido lo más motivador. Ahora se ha vuelto como una pequeña adicción. Disfruto mucho bailar cueca, de conocer “antros” nuevos y, en general, disfruto mucho de bailar lo que sea, aunque no sepa la técnica.

¿Qué significa para usted los huertos comunitarios? ¿en qué consisten?
Los huertos comunitarios son una instancia de congregación comúnmente formada por vecinos, que se organizan para llevar adelante una propuesta de producción alimentaria que, de alguna manera, haga resistencia a la magnate industria. En distintas comunas de Santiago, existen varios ecobarrios, que se reúnen y organizan de forma sistemática para compartir experiencias. Actualmente, por temas de tiempo, no he podido estar muy activa, pero sin duda, participar en ellos significa un espacio de conexión con la tierra, sus tiempos y ritmos. Aprendes de ella, conoces las frutas y verduras de acuerdo a su temporada, y no como un alimento que tenga que estar permanente todo el año. Aprendes a valorar también el sol y el agua, y a considerar los desechos orgánicos como partes claves de un ciclo. Con todo eso, además es una instancia para compartir con tus vecinos, desde las experiencias cotidianas del huerto hasta formar lazos de amistad.

¿Estado civil? ¿Hijos?
Estoy soltera, en pareja. No tengo hijos, pero si una gata y un gato, que llenan los espacios de ternura y compañía en mi vida cotidiana.

¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Siempre que tengo tiempo libre bailo o canto. Me gusta mucho también tejer y pintar mandalas. Al mismo tiempo, disfruto del silencio, de leer, de juntarme con amistades, de hacer actividad física y de las actividades vinculadas al patrimonio.

¿Alguna película o serie en Netflix que le guste?
Me encantó Breaking Bad, es antigua, pero inolvidable.

¿Dos cosas que cambiaría de su vida si es que volviera a nacer?
No cambiaría nada. Le encuentro sentido a la vida que he escogido y que me ha tocado vivir.

Escrito por: Sonia Tamayo