Astrónomos descubren supernova que “viaja” a la velocidad de la luz
El académico e investigador de la U. Andrés Bello Giuliano Pignata es uno de los coautores del estudios publicado el 28 de enero de 2010 en la revista Nature. Se trata de la supernova 2009bb, que la sitúa en el exclusivo club de las estrellas que explotan expulsando material en forma de “jets” y a la […]
El académico e investigador de la U. Andrés Bello Giuliano Pignata es uno de los coautores del estudios publicado el 28 de enero de 2010 en la revista Nature. Se trata de la supernova 2009bb, que la sitúa en el exclusivo club de las estrellas que explotan expulsando material en forma de “jets” y a la velocidad de la luz.
No es cualquier explosión de una supernova la que estudiaron los doctores Giulano Pignata (Universidad Andrés Bello), Mario Hamuy (Universidad de Chile) e investigadores del Núcleo Milenio de Estudios de Supernovas (MCSS). Se trata de una gigantesca explosión que desafía las teorías de comportamiento de las clásicas supernovas ya encontradas.
Esta supernova, que protagonizó el estudio publicado en la última edición de la revista Nature, expulsa material en forma de “jets” (chorros violentos de partículas), que se mueven a la velocidad de la luz. Es decir, cuatro veces superiores a la velocidad que viajan las supernovas anteriormente descubiertas.
De acuerdo al astrónomo Giulano Pignata se trata de una explosión de altísima energía que fue posible de detectar gracias a una innovadora técnica de búsqueda que se utilizó en la investigación. “Pudimos determinar, en un rango de dos días, cuándo ‘nació’ la supernova. Habitualmente se mide en un lapso de tiempo de 5 a 10 días”, explica el Dr. Pignata, académico de la carrera de Astronomía de la U. Andrés Bello e integrante del Núcleo Milenio de Estudios de Supernovas (MCSS).
Otra de las particularidades de la supernova estudiada (llamada 2009bb) es el ambiente en el cual se generó. La SN 2009bb explotó en un ambiente de alta metalicidad, lo cual desafía los paradigmas teóricos refrendados por las observaciones acumuladas hasta la fecha. Hasta ahora las supernovas jets sólo se habían visto nacer en estrellas de baja metalicidad, que es la proporción entre hidrógeno (el elemento más abundante en las estrellas) y el resto de los elementos (hierro, oxígeno, carbono, níquel, etc.).
Historia del descubrimiento
El 21 de marzo de 2009 los cazadores de supernova del MCSS encontraron un nuevo objeto brillante donde dos días antes no se veía nada. Era el resplandor de una estrella en el momento de su muerte debido a una de las más violentas explosiones cósmicas y que dio origen a la SN 2009bb.
Alicia Soderberg, del Centro Harvard Smithsonian de Astrofísica, se enteró del hallazgo y se contactó con el MCSS para trabajar en forma conjunta. Mientras el equipo chileno descubrió y estudió a la SN 2009bb en el rango óptico, ella empleó las radioantenas del Very Large Array, en Nuevo México, para buscar señales de radio.
Las observaciones de la doctora Soderberg revelaron que se trataba de la supernova de tipo Ic más luminosa de su muestra. Esto significaba que el material se desplazaba a velocidades cercanas a la de la luz: cuatro veces superiores a la velocidad que viajan las supernovas anteriormente encontradas.
Eso sólo se había observado en el exclusivo club de las supernovas Ic asociadas a los enigmáticos brotes de rayos gamma (GRB o Gamma Ray Burst): emisión intensa de unos pocos segundos de duración que se origina en un chorro expulsado, prácticamente, a la velocidad de la luz, desde un agujero negro recién formado en el centro de estrellas masivas.
En el caso de la SN 2009bb se detectaron los chorros de material (jet) desplazándose a velocidades cercanas a la luz, pero no fueron detectados los rayos gamma, que normalmente se encuentran en las otras supernovas. Por eso los investigadores chilenos continúan las observaciones de la SN 2009bb con el propósito de investigar los motivos por los que no se detectó este tipo de emisiones de luz. Este trabajo se encuentra en preparación para la prestigiosa revista The Astrophysical Journal.
Jimena Araya
jimenaaraya@unab.cl
Escrito por: Prensa-UNAB