Alumno pregunta: ¿Aula segura es la única vía?
El boletín institucional busca ser un espacio de comunicación también entre los alumnos y sus profesores para conocerlos más a fondo y tener, por ejemplo, algunas luces de su visión en temas de actualidad.
El estudiante del programa de Pedagogía en Educación Media, Felipe Vergara le pregunta al director de esa unidad, Eliseo Lara, sobre un tema de contingencia. ¿Cuál es su postura frente al proyecto Aula Segura? ¿Es la única alternativa para que haya seguridad en la educación pública?
Para el académico, la ley 21.118 denominada Aula Segura si bien apunta a dar solución a conflictos que enfrenta el sistema educacional, ha sido controversial por el enfoque punitivo que posee, ya que entrega facultades resolutivas al director de un establecimiento educacional sobre conductas que atenten contra la convivencia escolar. «No obstante, a mi entender, creo que una sanción debe responder a un proceso más desarrollado que la sola apreciación de un directivo, considerando que el castigo pretende actuar como disuasivo para este tipo de conductas en los demás estudiantes y su resultado es tan perjudicial para el o la joven sancionada».
Eliseo LaraEn ese sentido, agrega el profesor, «los estudios evidencian que no por sancionar con más severidad hay menos conductas impropias o agresivas, sobre todo en los casos de delincuencia juvenil. Por otra parte, la seguridad social es una deuda que se reproduce en la educación producto de las desigualdades y de los resultados que se obtienen».
Un tema importante a considerar, por ejemplo, es la infraestructura. «La seguridad es también tener una sala de clases bien equipada, con calefacción y vidrios por los que no se traspase el frío en invierno. Ahí hay una violencia social cotidiana que no se ha atendido con ningún programa ni ley. Pero además, hay que desarrollar un diálogo permanente entre los actores».
«Fíjate – le obseva a Felipe- que la mayoría de los proyectos exitosos tienen como base la distribución del liderazgo escolar en donde prima un diálogo permanente, haciendo de esos procesos educativos aulas más seguras y no discriminatorias ni punitivas sino pedagógicas».
Escrito por: Tania Merino