Actuar a tiempo es vital en el cáncer de mama
Cuando una de las mejores tenistas del mundo supo que tenía cáncer de mama, lloró. Martina Navratilova sufre una forma no invasiva de cáncer de mama denominado carcinoma ductal in situ, que en su caso no se expandió más allá del tejido mamario debido a que en esa etapa los cánceres no tiene potencial de diseminación a […]
Cuando una de las mejores tenistas del mundo supo que tenía cáncer de mama, lloró. Martina Navratilova sufre una forma no invasiva de cáncer de mama denominado carcinoma ductal in situ, que en su caso no se expandió más allá del tejido mamario debido a que en esa etapa los cánceres no tiene potencial de diseminación a otros órganos. La tenista reconoció que es una mujer afortunada ya que no se hizo chequeos regularmente: “Dejé pasar cuatro años entre mamografías”, reconoció.
El cáncer de mama es la segunda causa de muerte en Chile y la mayor mortalidad ocurre en la Región Metropolitana, Viña del Mar, Arica, Magallanes y Concepción con tasas sobre el promedio nacional. Pero es su detección precoz la que permite tener un buen pronóstico.
Cáncer asintomático
Como se trata de un crecimiento anormal y desordenado de las células del tejido mamario, al comienzo no tiene síntomas y cuando éstos aparecen es porque la enfermedad ya esta avanzada, explica el doctor Luis Meneses, cirujano oncólogo de la Facultad de Medicina de la U. Andrés Bello. Por eso la urgencia del diagnóstico precoz.
Por lo mismo, los riesgos de morir por un cáncer mamario se reducen con esta detección temprana: “Es vital que las mujeres hagan del auto examen mamario una rutina diaria, además de concurrir a un examen clínico por un profesional al menos una vez al año a partir de los 40 años o cada vez que se perciba algún signo inusual en las mamas”, dice el doctor Meneses.
El experto recomienda, además, seguir las indicaciones de mamografía según lo establecido en el AUGE. Por otro lado, las mujeres que tienen un mayor riesgo de padecer cáncer deben hacer énfasis en los cuidados preventivos. Es decir, tener familiares con cáncer de mama y tener 40 años o más, por ejemplo. Pero también aquellas mujeres que comenzaron a menstruar antes de los doce años, con menopausia después de los 55 años, las nulíparas (mujeres que no han tenido partos) y aquellas con terapia de reemplazo hormonal.
Escrito por: Prensa-UNAB