Académico de Trabajo Social de la UNAB participa en libro sobre los efectos sicológicos del 27/F
“Terremoto, después del Terremoto”, es un documento desarrollado por Comunidad Mujer, junto a destacados expertos, entre los que destaca el profesor de la U. Andrés Bello, Borja Castro, quien junto a Paula Serrano, Valeria Ortiz y Margarita Serrano, explican que Chile no está preparado para superar los efectos del trauma del megasismo que del 2010. El martes […]
“Terremoto, después del Terremoto”, es un documento desarrollado por Comunidad Mujer, junto a destacados expertos, entre los que destaca el profesor de la U. Andrés Bello, Borja Castro, quien junto a Paula Serrano, Valeria Ortiz y Margarita Serrano, explican que Chile no está preparado para superar los efectos del trauma del megasismo que del 2010.
El martes 8 de marzo en el Centro Cultural Gabriela Mistral se realizó el lanzamiento del libro “Terremoto después del terremoto”, que ahonda en el megasismo del 27/F que azotó a nuestro país hace más de un año.
Durante la actividad se desarrolló un panel conformado por Rodrigo Jordán, presidente de la Fundación para la Superación de la Pobreza, Nibaldo Mosciatti, periodista y director de prensa de Radio Bío-Bío, y Paula Serrano, psicóloga y coautora del libro, quienes comentaron la publicación desde sus distintas miradas.
El libro tomó vida gracias al Programa “Hablar-te Ayuda”, iniciativa que Comunidad Mujer realizó con voluntarios de la Fundación El Albergue, como medida para apoyar a las víctimas de la tragedia del terremoto. Desde una orientación psicológica y contención emocional, la iniciativa atendió telefónicamente con ayuda de profesionales a personas afectadas por el terremoto. Además se realizaron visitas a las zonas más afectadas, a las cuales acudieron con voluntarios de la Fundación para la Superación de la Pobreza.
Experiencias complejas
Los participantes en el panel destacaron el resultado de la publicación y la sensibilidad con la que tratar temas complejos. Rodrigo Jordán destacó cómo en ese tipo de experiencias, “la escucha empática y la preocupación del proceso mejora los resultados”. Resaltó, además, la importancia de las redes sociales, el problema de la equidad social y la base del libro, la resiliencia.
Por su parte, Nibaldo Mosciatti, señaló que el libro es una innovación al plantear el problema desde la salud mental, pero que a su juicio el tema no sólo debe centrarse en el estrés postraumático, sino que en el pre traumático. “¿Qué terremoto había antes del terremoto? Y es muy claro en mencionar tres características de nuestra sociedad actual que hace nos hace más vulnerables a este tipo de catástrofes: que somos una sociedad desigual, individualista, que nos dificulta la construcción de redes y por último, que somos absolutamente centralistas lo que contribuye a la instalación de la fatalidad”, indicó.
Paula Serrano, psicóloga y coautora del libro, resaltó la importancia de la resiliencia como goce de la desobediencia, posibilidad de autodeterminarse y capacidad de decir “voy a salir adelante”. Para lograr la resiliencia se debe reconocer la condición de víctima y tener la posibilidad de conversar y compartir lo que me pasa, indica Serrano, y para ello se requiere de las redes sociales. “El libro denuncia el silenciamiento de la salud mental en nuestro país y la prohibición que tenemos de hablar del dolor en cualquier clase social”, agregó.
País resiliente
Además, participó en el libro, Borja Castro, psicólogo y Magíster en Filosofía, académico de la Escuela de Trabajo Social, desde el año 2009 en las cátedras de Introducción a la Psicología, Epistemología y Psicopatología. Para el especialista la relevancia del documento es que permite reflexionar sobre que todas las personas de algún u otro modo, sufrieron algún efecto del terremoto.
“Hay que decir que todos fuimos ‘terremoteados’, por lo tanto, trabajar el tema psicológico después de una catástrofe es clave para poder empoderar a las comunidades y los gobiernos locales, así podemos construir un país resiliente. La prevención del trauma debió haber comenzado hace tiempo, así podremos articular una cultura que hable, que escuche, que converse y que sea capaz de urdir una historia sobre la experiencia vivida sin miedo”, asegura.
Escrito por: Prensa-UNAB