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Comunidad médica de la U. Andrés Bello despide a doctor Guillermo Severi

Profundo pesar se sintió entre la comunidad académica y clínica de la U. Andrés Bello y del Hospital El Pino tras el deceso del doctor uruguayo, Guillermo Severi Traversa,

Profundo pesar se sintió entre la comunidad académica y clínica de la U. Andrés Bello y del Hospital El Pino tras el deceso del doctor uruguayo, Guillermo Severi Traversa, fallecido tras la caída del avión ambulancia que iba a Punta Arenas el pasado jueves 22 de marzo. Al maestro con cariño… Dr. Guillermo Severi, hasta siempre.

Comprometido con su profesión, deportista, querido profesor, un gran padre y marido, son algunos de los rasgos que resaltan sus colegas al momento de recordarlo. Así era Guillermo Severi Traversa, médico uruguayo y académico de la Facultad de Medicina de la U. Andrés Bello, que integraba una tripulación de ocho pasajeros que iba de Punta Arenas a Santiago el pasado jueves 22 de marzo con la misión de trasladar a una paciente que sufría problemas al miocardio.

El avión sufrió un accidente, descendió bruscamente y se le perdió totalmente el rastro, encontrándose sólo los restos el sábado 24 de marzo.

El Dr. Severi, nacido el 5 de mayo de 1967, en Montevideo, Uruguay, se tituló en 1996 como Doctor en Medicina, y en junio de 2004 como especialista en Medicina Intensiva de la Escuela de Postgrados de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República Oriental del Uruguay. Llegó en 2006 a nuestro país para iniciar una brillante trayectoria en el ámbito docente y asistencial en el múndo médico privado y en el servicio de Medicina Interna del Hospital El Pino.

Efectivamente, el “Guille”, como lo reconocían sus colegas, llegó a Chile a trabajar directamente al campo clínico de la U. Andrés Bello, siendo uno de los primeros tutores de la Escuela de Medicina de esta casa de estudios.

Casado con Raquel Castellano, tenía tres hijos: Rodrigo, Bruno y Julia de quienes siempre mostró orgulloso fotos y vídeos, demostrando lo importante que era su familia en su vida.

Entre alumnos y colegas

El doctor Severi es recordado por sus alumnos por su inagotable alegría, buena disposición y asertividad. Los jóvenes   esbozan una sonrisa cuando mencionan al «doctor del mate» porque como buen uruguayo, Severi no se separaba de su matera.

“Con una personalidad que unía bonhomía y alta exigencia es recordado como un docente motivador y  dispuesto a transmitir su saber a los alumnos”, destacó el Dr. Jaime Contreras, director de la Escuela de Medicina de la UNAB.

En la actualidad el Dr. Severi se desempeñaba como médico residente de la Unidad de Paciente Crítico del Hospital El Pino. Había presentado sus papeles ante CONACEM para optar al reconocimiento de la especialidad de Medicina Interna y estaba lleno de proyectos: quería correr  en la maratón que se efectuará en Santiago la próxima semana y tenía planeado participar en la de Washington D.C. en noviembre.  Era representante de la UPC del Hospital El Pino ante la Corporación Nacional de Trasplantes; del Comité de transfusiones de hemoderivados y auditor interno de la Unidad de Paciente Crítico del mismo centro. Participó activamente en el proceso de acreditación del Hospital, logrando que la UPC cumpliera con todos los requisitos exigidos y recientemente había recibido anotación de Mérito por su ejemplar desempeño en la realización de auditorías médicas.

La Dra. Natalia Gil Martínez, Jefe UPC y CRS del Hospital El Pino, destacó su profesionalismo en el ámbito de la medicina intensiva y su desempeño como parte del equipo de Jefatura Médica del campo clínico ela UNAB  donde trabajó en  la reestructuración de la UPC en Abril de 2010.

“Era una hermosa persona, lo extrañaremos mucho y compartimos el inconmensurable dolor junto a su familia. Envío un fraternal abrazo a amigos y familiares deseando que mantengan la fortaleza y serenidad para afrontar su ausencia mientras sus familiares esperan un feliz retorno al calor de su hogar”, señaló a modo de despedida la Dra. Carolina Herrera.

Sonia Tamayo

stamayo@unab.cl

Escrito por: Prensa-UNAB