Las mamás consumidoras del Bicentenario: cambios en los hábitos de compra de las mujeres en Chile
Un análisis realizado por el economista y académico de la U. Andrés Bello Alejandro Urzúa, explica porqué la mujer de los años 50’ era “agasajada” en su día con electrodomésticos, mientras que en 2011 los más demandados como obsequios son los computadores, smartphones o tablets. Mayo es el segundo mes del año en que las […]
Un análisis realizado por el economista y académico de la U. Andrés Bello Alejandro Urzúa, explica porqué la mujer de los años 50’ era “agasajada” en su día con electrodomésticos, mientras que en 2011 los más demandados como obsequios son los computadores, smartphones o tablets.
Mayo es el segundo mes del año en que las ventas del comercio aumentan considerablemente (después de diciembre). ¿La razón? La celebración del Día de la Madre, de hecho, según cifras recientemente publicadas, las ventas en el quinto mes del año representan el 9% de las transacciones anuales del comercio minorista. Y, las mejores perspectivas económicas para 2011 auguran que este resultado podría ser aún mayor.
Artículos de vestuario, calzado y línea hogar son los más vendidos, sin embargo, la mamá del Bicentenario ha ido cambiando en gustos y necesidades. Por eso, no parece raro que los chilenos opten por “regalonearla” con artículos tecnológicos más sofisticados como computadores, plasmas o celulares, que un electrodoméstico. De hecho, éste ítem crece en ventas cercano al 21% en mayo, si se compara con los resultados de un mes promedio.
¿Qué explica este cambio de tendencia? Si en los años 50’ las mamás requerían un centro de cocina o electrodomésticos básicos para el hogar, que les facilitase su labor en la casa, hoy vemos que los objetos de culto de las mujeres se relacionan con la tecnología; como un buen computador o un celular smartphones de moda.
Democratización del lujo
Estamos frente a un cambio en la sociedad y, específicamente una democratización del lujo, dice el académico de la Escuela de Negocios IEDE de la Universidad Andrés Bello, Alejandro Urzúa, quien realizó un análisis sobre los hábitos de consumo de las mujeres en las últimas décadas.“Hoy nos enfrentamos a una consumidora mucho más exigente, y sofisticada, a causa de los mayores niveles de educación, y el aumento del poder adquisitivo. Esto último influenciado en parte por el ingreso de la mujer al mundo del trabajo, lo cual vino a cambiar la fisonomía de los quintiles más bajos de la población”, detalló.
Desde que las mujeres de estratos socioeconómicos más bajos entraron al mercado laboral, prácticamente se duplicaron los ingresos de la familia chilena. Por ende, al poseer menos tiempo libre, la mujer de hoy espera que se compartan un poco más las responsabilidades del hogar. Hace 50 años la mujer se casaba para ser dueña de casa y madre, pero hoy esa ya no sólo cumplen esos roles, además trabajan. Estos efectos sociales y también económicos, cambian consigo la percepción de los consumidores y sus hábitos de consumo.
Si hace unas décadas para el día de la madre se esperaba regalar centro de cocina o electrodomésticos, para facilitarle su labor en la casa, hoy las ventas se concentran en cámaras digitales, un buen computador, celulares modernos, tablets, Internet u otras herramientas tecnológicas. Esta tendencia se relaciona estrechamente con que la participación femenina en la fuerza laboral chilena alcanza el 45%.
Vida fuera del hogar
“La tendencia de consumo también apunta a un mayor hedonismo. Vemos en los estudios que han aumentado considerablemente el gasto en Internet en los hogares, entretención, salidas a restaurantes y delivery, todas actividades que para la mujer moderna son facilitadores de la vida. Es decir la mamá del bicentenario tiene una vida más agitada fuera del hogar y eso se refleja en su consumo”, explica Urzúa.
En conclusión, se aprecia es un fenómeno de base, donde la concentración del gasto se conecta con satisfacer las demandas extra hogares. Según la última Encuesta de de Presupuestos Familiares publicada por el INE, la distribución del gasto de los chilenos ha cambiado. Una quinta parte del sueldo se destina a transporte y telecomunicaciones, además de Internet, deporte, entretención. El mismo informe arroja una baja en los gastos de alimentación (-5,7%) explicado no sólo por más salidas a restaurantes o consumo delivery, sino menores precios relativos gracias a los Tratados de Libre Comercio.
Los bienes clásicos pierden su peso relativo. Por ejemplo, el pan baja ostensiblemente, pero suben Internet, gimnasio y reproductores de audio digital, los celulares, cámaras digitales. Mientras, el gasto en transporte y comunicación sube 6,6%, acercándose a las pautas de comportamiento de países desarrollados. El ítem “automóviles” pasó a tener una incidencia de 8%, por sí solo en el gasto de los hogares. Esta es la cifra más alta en todo el espectro de productos que mide la encuesta del INE.
Como ejemplo, el gasto declarado en 1997 para automóviles alcanzaba los $18.061, en la encuesta de 2007 esto sube a $63.680 (cifra actualizada a IPC), es decir, más de 300%. Por su parte, la Cámara Nacional de Comercio (CNC) realizó un comparativo de las ventas, donde se aprecia que éstas aumentan un 50% en mayo, en el caso de electrodomésticos; en 21% para artículos de electrónica; mientras que ropa de mujer y calzado lo hace en un 39% y 22%, respectivamente.
Escrito por: Prensa-UNAB