Por Francisco Soto de Revista Salmon Expert
El estudio se realizó a partir de mortalidades registradas en cinco centros de cultivo de las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, peces que dentro de los signos clínicos presentaron hemorragias cutáneas, pudrición de la cola y pedúnculo y lesiones en la boca y lengua.
Dentro de los análisis microbiológicos de los tejidos infectados, los expertos pudieron identificar 13 aislados bacterianos que, mediante análisis bioquímicos, fueron clasificados dentro del género Tenacibaculum. Luego, a través de biología molecular, pudieron confirmar sus hallazgos.
“El análisis del gen 16S ARNr concluyó que la mayoría de los aislados estaban más estrechamente relacionados con «T. Finnmarkense ”que T. dicentrarchi, mientras que los árboles filogenéticos resultantes de los datos de secuencia multilocus identificaron los cuatro clados principales (clados I a IV) descritos por Olsen y col., (2017)”, explicaron los autores del estudio.
Asimismo, señalaron que esta primera descripción extiende la cantidad de hospedadores conocidos para este patógeno a nivel mundial.
Como conclusión, los expertos declararon que sus hallazgos “resaltan la importancia de establecer medidas preventivas para minimizar la propagación de esta enfermedad dentro de la acuicultura chilena”.
Lea el abstract del estudio titulado “New salmonid hosts for Tenacibaculum species: Expansion of tenacibaculosis in Chilean aquaculture” aquí.