Economía China y Flexibilidad del Yuan
*Alejandro Maureira Butcher. El alza del cobre y otras materias primas a niveles récord, obedece a la incorporación de China en el escenario mundial. Desde la flexibilización de sus políticas económicas vemos un cambio en el escenario mundial que obedece a un ajuste por la entrada del nuevo participante. Antes su modelo autosustentable mantenía a […]
*Alejandro Maureira Butcher.
El alza del cobre y otras materias primas a niveles récord, obedece a la incorporación de China en el escenario mundial. Desde la flexibilización de sus políticas económicas vemos un cambio en el escenario mundial que obedece a un ajuste por la entrada del nuevo participante. Antes su modelo autosustentable mantenía a China sin participación mundial, al cambiar el escenario, toda su capacidad de oferta y demanda se ha sumado al mundo transformando el orden económico global.
La oferta de producción, basada en una mano de obra «barata» y sustentada en la capacidad de hacer uso de economías de escala -y costos de producción unitarios muy bajos- han llevado a muchas compañías a producir en el país asiático. Este mismo aumento ha elevado el nivel de vida chino, superando en menos de 10 años el ingreso per capita de cualquier país latinoamericano; generando riqueza para una población que produce demanda, convirtiéndose en un destino muy atractivo para casi cualquier producto o servicio.
El efecto chino es un reajuste de la producción y demanda mundial, que ha cambiado los precios promedios y estándares establecidos de los mercados. Este cambio finaliza cuando se encuentre un nuevo equilibrio, el cual está comenzando a ocurrir, es decir, una estabilización de los mercados y mayor certeza en las estimaciones de crecimiento mundial; ahora que conocemos los efectos de China en el mundo, tenemos los datos para proyectar y estimar.
China está desacelerando su nivel de crecimiento. No es un «no crecimiento», sino un crecimiento poco superior al 9% para este año, que constata una desaceleración de su ritmo cercano al 11% en los últimos 5 años.
En cuanto al Yuan, China mantuvo un sistema de cambio fijo, el mismo que trajo problemas en su momento a Chile y Argentina. La forma en cómo lo logró fue teniendo las reservas para ello, tenían los activos para sustentar y justificar el valor del yuan, a diferencia de Chile o Argentina cuyas monedas se sustentaban sólo en las expectativas de crecimiento del producto (PIB). Antes las monedas se respaldaban en oro, hoy representan la producción de un país, por lo que se sustentan en las expectativas de crecimiento. En el caso chino, mantuvieron el tipo de cambio fijo con una reserva que lo justificara, como antiguamente el oro, pero con el dólar y en menor porción con el euro.
La flexibilización del Yuan supone la liberación de reservas, esto permitirá a China mayor producción; si consideramos que el valor de una moneda es el reflejo del valor de su economía dividido por el total de su dinero (PIB/Masa Monetaria), entonces el Yuan tenderá a apreciarse con respecto a las demás monedas o el dólar y el euro tenderán a depreciarse en términos comparativos.
Así China está en el último paso de su incorporación a la economía mundial a través de la liberación del Yuan. Una vez hecho su economía estará indexada al bienestar mundial y no a sus niveles de reserva. Esto en el corto plazo traerá una disminución del valor del dólar y del euro; en lo inmediato (6 meses) se traducirá en una baja de las materias primas por ajuste de valores, para luego crecer por la mantención del crecimiento de China del 7 a 8% en los próximos 3 años, ajustando los valores en el mediano plazo, para alcanzar los niveles promedios actual (últimos 8 meses) en el largo plazo.
* Economista académico de la Escuela de Ingeniería Civil Industrial Viña del Mar, Universidad Andrés Bello.
Escrito por: Prensa-UNAB