CONOCE A TU PROFE | Experiencia internacional y aporte científico para la Facultad de Odontología UNAB
El Dr. Víctor Díaz Narváez (Ph.D.) es profesor Investigador de la Facultad de Odontología de la Universidad Andrés Bello, y tiene una destacada trayectoria que lo ha llevado a presentar recientemente en El Salvador la tercera edición de un libro y se perfila como un aporte importante para la investigación en la Facultad.
El Dr. Víctor Díaz Narváez (Ph.D), académico investigador de la Universidad Evangélica de El Salvador la tercera edición del libro “Metodología de la Investigación Científica y Bioestadística para profesionales y estudiantes de ciencias de la salud”.
Este profesional, nacido en Santiago de Chile en 1950, emigró a los 23años a Cuba, donde estudió Licenciatura en Ciencias Biológicas en la especialidad de Genética en la Universidad de la Habana. En forma paralela se graduó, el mismo año, como Magíster en Ciencias Biológicas en la especialidad de Genética.
La actividad académica del Dr. Díaz se ha traducido en 160 publicaciones científicas en revistas indexadas (WoS, Scopus y Scielo)
Debido a los méritos alcanzados por su actividad docente, investigativa y de extensión universitaria, al académico de la Facultad de Odontología UNAB se le ofrece estudiar el Doctorado en Ciencias Biológicas (Ph.D) en la rama de genética poblacional humana y, posteriormente, regresa a Chile donde se ha desempeñado en varias universidades públicas y privadas. Esta es su historia:
¿Cómo surge la idea del libro “Metodología de la Investigación Científica y Bioestadística para profesionales y estudiantes de ciencias de la salud”?
Surge de la experiencia personal en el aprendizaje de la Metodología y de la Bioestadística que tuve como estudiante universitario. Pude darme cuenta que estas asignaturas se impartían desconectadas entre sí y ambas desconectadas con el resto de las asignaturas del curriculum. Esta situación promovía la pregunta tradicional que nos hacíamos los estudiantes: “¿Para qué me sirven estas materias en mi formación universitaria?” Desde luego, el problema es más profundo, pero trato de ponerlo en la perspectiva del estudiante de ese entonces y, tal vez, del presente.
¿Cuál fue el objetivo y qué impacto espera de este libro?
El presente libro pretende constituirse en una guía general que introduzca a los profesionales y estudiantes de las carreras relacionadas con las Ciencias Médicas (odontología, medicina, kinesiología, nutrición y dietética, fonoaudiología, enfermería, entre otras) de nuestra universidad, y de otras universidades, en tres elementos importantes del proceso general de la investigación científica: la Metodología de la Investigación Científica, la Bioestadística y la Metodología Cualitativa aplicada a las Ciencias Médicas. El objeto fundamental del mismo es proveer a los profesionales y estudiantes de los fundamentos básicos de estas áreas (categorías, paradigmas, métodos y pruebas estadísticas más usuales) que les permita comprender los conceptos fundamentales que se manejan en la literatura investigativa; además, el manejo adecuado y eficiente de estas herramientas para que puedan emprender el trabajo investigativo y obtener un producto efectivo del mismo.
¿Cuál es la importancia de la Investigación en la formación de estudiantes?
Generar y resolver problemas científicos en el campo de las Ciencias Médicas resulta un elemento básico de la praxis normal de un profesional y de la formación de un estudiante. Está probado que existe una alta correlación entre la calidad lograda por los estudiantes, durante el proceso de enseñanza-aprendizaje en la educación superior (y el buen
desempeño profesional) con el resultado de sus evaluaciones cuando dicha formación está asociada a una política de participación constante y sistemática de los estudiantes en la praxis investigativa. La generación y resolución de problemas científicos está directamente relacionada con la capacidad para ascender desde la práctica a la teoría, ascensión que debería sustentar a toda labor profesional o de formación universitaria. Como consecuencia, la investigación científica constituye uno de los principales factores para la elevación de la calidad del trabajo asistencial y clínico por una parte y, por otra, es una de las principales formas de lograr procesos de integración de las materias que se imparten en las universidades. La investigación en sí misma es portadora de un cambio que exige un verdadero conocimiento de la situación real, es decir, del contexto objeto de estudio y de la teoría que sustenta dicho conocimiento. Es, en definitiva, un estilo de pensamiento y una forma de abarcar el mundo que el sujeto cognoscente adquiere potenciando dicho conocimiento e influyendo positivamente en su entorno.
«Ya existe un sello en nuestra facultad. Dicho sello ya está estructurado, funcionando muy bien y con excelentes resultados tangibles y medibles en el cual está comprometido la actividad de varios académicos con mucha experiencia. Por tanto, no se trata de “mi” sello, sino de cómo podría hacer efectiva mi modesta experiencia, siempre junto a mis colegas, para desarrollar aún más y mejor la estructura existente, y optimizar al máximo la actividad investigativa en estudiantes y profesores».
¿Cómo llegó a ser profesor en la UNAB?
Mi primera experiencia como profesor de la UNAB fue en 2011-2012 en la Facultad de Rehabilitación (Pregrado y Postgrado). Esta experiencia me permitió conocer profesores y estudiantes con los cuales tuve excelentes relaciones académicas. Me sorprendió positivamente su sed por la investigación científica. Ingresé sólo este año a la Facultad de Odontología con el objeto de contribuir al desarrollo de la investigación, pero mi sorpresa fue aún mayor. Encontré un equipo de profesores excelentemente, bien formados, que posibilita y estimula el accionar de los procesos de investigación en estudiantes y académicos, vinculando la actividad investigativa con los procesos docentes de enseñanza-aprendizaje mediante las Tesis de Pregrado. Por tanto, he encontrado un suelo ubérrimo para seguir desarrollando la investigación científica en un entorno que la estimula y con un trabajo interdisciplinario positiva.
¿Cuál es su sello que le quiere implantar al área de investigación en la Facultad de Odontología?
En primer lugar, ya existe un sello en nuestra facultad. Dicho sello ya está estructurado, funcionando muy bien y con excelentes resultados tangibles y medibles en el cual está comprometido la actividad de varios académicos con mucha experiencia. Por tanto, no se trata de “mi” sello, sino de cómo podría hacer efectiva mi modesta experiencia, siempre junto a mis colegas, para desarrollar aún más y mejor la estructura existente, y optimizar al máximo la actividad investigativa en estudiantes y profesores. Desde luego, tengo mi propia concepción de como poder introducir la estrategia investigativa en los procesos de enseñanza-aprendizaje en los estudiantes, pero tal estrategia puede tener más de un modo de llevarse a la práctica y ocurre que me he encontrado de frente con uno de esos posibles modos. Como consecuencia, más que aportar, con mi actual incorporación a la Facultad de Odontología de la UNAB, ha sido una instancia más de aprendizaje para mi persona.
¿Cuál es la línea investigativa que usted prefiere?
Mi trabajo como asesor metodológico, estadístico y de diseño experimental tiene que ver con muchas y diferentes líneas de investigación. Poder tener la posibilidad de contribuir con un grano de arena a esas diferentes líneas es motivo de gran satisfacción, más que profesional, espiritual. No obstante, trabajo actualmente en estudios acerca de la Empatía del Estudiante (pregrado y postgrado), del Profesor y del Profesional con el paciente. Tengo el honor, oportunidad y gran satisfacción de dirigir una investigación donde están comprometidos ocho países de Latinoamérica y alrededor de veinticinco facultades de diferentes disciplinas de Ciencias Médicas en nuestro continente.
Experiencia en la Isla
En lo personal, ¿Qué significó en su vida dejar Chile para irse a estudiar a Cuba?
No se trata solo de Cuba en particular. Para cualquier chileno y para cualquier ciudadano del mundo, tener la oportunidad de ir a otro país a completar sus estudios es una experiencia positiva porque amplía su perspectiva del mundo, conoce otras formas de relacionarse con sus colegas y pares científicos y comienza a consolidarse una especie de tolerancia a otras formas de ser, ver y encarar el mundo, en general, y al mundo científico, en particular.
¿Cómo recuerda esa etapa en la Isla?
Era muy joven, por lo tanto, muy llano a adaptarme a realidades distintas a mi país. Recuerdo con agradecimiento a Cuba porque tuve la oportunidad de formarme como profesional y como científico. Pero ese sentimiento hubiera sido con cualquier otro país que me hubiera brindado esas mismas oportunidades. De hecho, así es con Finlandia y con Alemania; pues estos dos países me abrieron también sus puertas y me ofrecieron la posibilidad de estudiar.
¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Compartir con la familia, amigos, ver History Channel, pasear, pensar, y de vez en cuando, terminar algún artículo científico.
¿Algún sueño por cumplir?
Varios. Pierre Curie dijo: “Hay que hacer de la vida un sueño y de un sueño una realidad”. Temo que tiene la razón.
Escrito por: Sonia Tamayo