La crisis de confianza y el bienestar de los chilenos analizaron Harald Beyer, Oscar Garretón y Carlos Ominami en UNAB
Según los economistas, en los últimos 30 años el progreso económico ha ido acompañado de tremendos cambios culturales y sociales, y que dan las claves para entender al Chile actual. Pese a sus diferencias ideológicas, Harald Beyer, Oscar Garretón y Carlos Ominami coincidieron que hoy Chile enfrenta una profunda crisis de confianza en sus instituciones, […]
Según los economistas, en los últimos 30 años el progreso económico ha ido acompañado de tremendos cambios culturales y sociales, y que dan las claves para entender al Chile actual.
Pese a sus diferencias ideológicas, Harald Beyer, Oscar Garretón y Carlos Ominami coincidieron que hoy Chile enfrenta una profunda crisis de confianza en sus instituciones, marcada por los casos de corrupción registrados en el mundo empresarial, político, en las Fuerzas Armadas y de Orden y en la Iglesia, entre otros. Un hecho que contrasta, concordaron, con la creciente mejora en la percepción de bienestar personal y familiar y los indicadores de felicidad.
Así lo evidenciaron en el debate que protagonizaron en el seminario “Chile en la mira: Claves para entender nuestra sociedad” con que, este 2 de mayo, la Universidad Andrés Bello (UNAB) inauguró su Año Académico 2017.
Cambios sociales
Según los economistas, en los últimos 30 años el progreso económico ha ido acompañado de unos tremendos cambios culturales y sociales, y que dan las claves para entender al Chile actual.
“Han emergido clases medias que han cambiado el panorama de la política chilena. Son clases que creen que lo que han obtenido es producto de su propio esfuerzo, que no le deben nada a los políticos ni a nadie y creen que ese progreso es muy frágil, tienen muchas incertidumbres. Y demandan de la clase política soluciones a esas incertidumbres y no ven que eso esté ocurriendo en el mundo político”, explicó Harald Beyer, director ejecutivo del Centro de Estudios Públicos (CEP).
A juicio del ex ministro de Educación, esta realidad contrasta con la sensación de mayor control de su vida y que pueden desarrollar sus proyectos personales. “La gente dice que está mucho mejor que como estaban sus padres y sientes que sus hijos van a estar mucho mejor que ellos. Eso es abrumador en las encuestas”, dijo.
“Y ese es el fenómeno que está ocurriendo: es posible desarrollar los proyectos de vida, pero con fragilidades propias del proceso de modernización, que no tienen la adecuada canalización ni respuesta en el mundo actual”, agregó.
Chile y el mundo
Oscar Guillermo Garretón, economista, empresario, consultor y político, cree que es la globalización el gran fenómeno que ha provocado un terremoto imparable que tiene terremotos políticos adjuntos que se relacionan con las formas de pensar y alienarse.
“Eso explica la elección de Donald Trump, el Brexit, la aparición de movimientos de extrema derecha en Francia y Holanda, y el reclamo por la desigualdad en todo el Tercer Mundo, particularmente en América Latina y Chile”, dijo.
Eso, agregó, tiene significados políticos: “Muchas categorías inmodificables de hace siglos, se modifican. Ser de derecha o izquierda viene de la Revolución Francesa y hoy no dice mucho. Y grandes corrientes de opinión hoy están en crisis, como la Social Democracia, el Socialcristianismo, una manera de ser de derecha. Este es el fenómeno global que tiene formas particulares en Chile”.
Reformar la política
“Estamos viviendo una crisis de confianza que afecta a todos los sectores de la élite gobernante: al mundo político, al económico empresarial, a la iglesia, a las Fuerzas Armadas, la policía, al mundo sindical… todas instituciones donde la comunidad deposita su confianza. Esta crisis tiene consecuencias muy delicadas desde el punto de vista del desarrollo del país, porque los países no se pueden desarrollar en estos climas de desconfianza, de falta de acuerdo”.
Así de enfático fue Carlos Ominami, presidente honorario de Chile 21, economista, político, ex parlamentario y ex ministro. Si bien estimó que dicha crisis y la crítica de la ciudadanía tiene fundamentos, dijo que hay una generalización injusta que es mala para el país. “Chile no es esencialmente corrupto, los políticos, los empresarios, las policías no todo el mundo es esencialmente tramposo”, añadió.
A su juicio, la única solución es la recomposición de la política. “Hay grandes temas en la agenda nacional: cómo recuperar la capacidad de crecimiento, hay que tener un piso de protección social (…) Pero lo esencial es recomponer el sistema político. Para eso debe haber un proceso constituyente que refunde las bases de la institucionalidad chilena y le dé una legitimidad que nunca ha tenido”, sentenció.
Escrito por: Prensa-UNAB