Alertan sobre aumento de Cáncer Cérvico-uterino en mujeres de 20 años
Pilar Sánchez, directora de la carrera de Obstetricia de la U. Andrés Bello, explica algunos detalles de esta patología que está afectando cada vez más a mujeres jóvenes.
El Cáncer Cérvico-uterino (CCU) se ha transformado en la segunda causa de muerte en la población femenina chilena entre 20 y 44 años, según el Ministerio de Salud.
En esta enfermedad, las células cancerosas se ubican en los tejidos del cuello uterino y crecen lentamente por un período de tiempo sin causar mayores molestias que puedan alertar sobre la patología.
>Obstetricia de la U. Andrés Bello, sede Santiago.
“En atención primaria se ve cáncer de cuello uterino en mujeres de 20 años, lo que antes no se veía”, alerta la matrona.
“Esto se puede explicar por diversos factores como el inicio precoz de la sexualidad. En el organismo de la mujer, el epitelio del cuello uterino, que es pluriestratificado (con varias capas de tejido) se termina de formar a los 15 años lo cual es una protección para el ingreso de virus a los tejidos del mismo. Sabemos que la mayoría de los hombres en Chile son portadores del HPV (Virus Papiloma Humano) y, lógicamente, niñas que tienen relaciones con adultos portadores del virus, obviamente se infectan más fácil que la mujer que tiene la protección natural de los epitelios del cuello”, explica la profesional.
El examen Papanicolaou (PAP) está inserto dentro del Programa Nacional de Pesquisa y Control del Cáncer Cérvicouterino, creado como método preventivo en 1987. Sin embargo, según la experta debería existir una modificación en este programa: “Se debería hacer un cambio, ya que éste está determinado desde los 25 hasta los 64 años. Este programa, iniciado en la década del ’60, en el cual se ha ido incorporando otras acciones como el tamizaje de PAP en 1987, debería a mi juicio, bajarse la edad, es más debería tomarse a toda mujer que haya iniciado su vidad sexual pero por temas de recursos económicos no se hace”, dice.
Desde el 2014, el Ministerio de Salud incorporó la vacuna para el virus papiloma humano (VPH) al Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) teniendo como principal objetivo vacunar a escolares. Sin embargo, la vacuna no garantiza que con el paso del tiempo no se desarrolle un Cáncer Cérvico-uterino ya que se cubre solamente el 70 % de los genotipos. “La vacuna es buena, pero protege contra tres virus, los más agresivos, cuando en realidad son 80. Es un avance que la vacuna la pongan en colegios desde los 9 años, precisamente por la sexualidad precoz. Es un avance tremendo, pero falta”, subraya la académica de la UNAB, quien advierte que “la prevención también debería pasar por políticas públicas, por los valores entregados por los padres en casa, colegios, por diversos actores”.
La matrona agrega que “el PAP debería empezar a realizarse, por lo menos a los 18 años. Una vez al año. En el área privada se efectúa precisamente una vez al año. Mientras que en el sistema público, es cada tres años. Actualmente, se está evaluando si se modifica ya que aparentemente sí se producen cambios durante un periodo de tres años, por lo que la idea es volver al PAP anual. En este aspecto, se muestra inequidad entre ambos sistemas de salud”.
Síntomas
Pilar Sánchez explica que lamentablemente los síntomas del Cáncer Cérvico-uterino (CCU) son tardío, es decir, se manifiestan cuando la enfermedad ya está desarrollada.
Entre las señales más comunes de la patología están:
• Sangrado vaginal anormal: sangrados que no son parte del periodo mestrual, después de sostener relaciones sexuales, sangrado después de la menopausia.
• Secreción vaginal inusual.
• Dolor durante las relaciones sexuales.
“Frente a alguno de estos síntomas, es importante que se consulte inmediatamente a un profesional, aunque la persona se haya realizado regularmente el PAP”, advierte la profesional.
Escrito por: Sonia Tamayo