Académica de Kinesiología UNAB relata su experiencia en Congreso en Sudáfrica
Claudia Miranda, académica de la Escuela de Kinesiología de la U. Andrés Bello, participó en el encuentro realizado en Ciudad del Cabo y que congregó a dos mil kinesiólogos de todo el mundo. Fue un viaje breve pero provechoso, dice Claudia Miranda, académica de la Escuela de Kinesiología, quien participó en el congreso “World Confederation […]
Claudia Miranda, académica de la Escuela de Kinesiología de la U. Andrés Bello, participó en el encuentro realizado en Ciudad del Cabo y que congregó a dos mil kinesiólogos de todo el mundo.
Fue un viaje breve pero provechoso, dice Claudia Miranda, académica de la Escuela de Kinesiología, quien participó en el congreso “World Confederation for Physical Therapy” WCPT 2017, que se efectuó en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, entre el 2 y 4 de julio.
El encuentro reunió a dos mil kinesiólogos de más de 100 países de todo el mundo y Chile fue representado por 19 profesionales. “Fue una experiencia enriquecedora y el viaje valió absolutamente la pena, desde lo personal hasta lo profesional, la retroalimentación de los colegas, el intercambio de experiencias y de culturas en relación a la práctica de nuestra profesión en sus diversas áreas y por, sobre todo, la motivación y el crecimiento en la profesión y en la academia son alguno de los aspectos que destaco del congreso”, reflexiona la académica de la UNAB.
En el evento, la kinesióloga presentó los trabajos de investigación que ha desarrollado en conjunto con los académicos Paulina Ibacache y Marcelo Cano, de la U. de Chile y que abordan materias como uso de la cinética del consumo oxígeno en la evaluación de la capacidad cardiorrespiratoria en pacientes con obesidad; propuesta de método de estimación de la capacidad cardiorrespiratoria en pacientes con obesidad usando el test de marcha de dos minutos, fuerza de prensión de mano y de musculatura inspiratoria; entre otros temas.
– ¿Algo que te haya llamado la atención en cuanto a la organización del congreso?
Sí, lo primero es trasmitir que es el congreso internacional más grande de la kinesiología. Es extremadamente enriquecedor compartir con colegas de todo el mundo, desde los líderes y expertos hasta los que se inician en esta profesión. La organización del evento se preocupó de generar espacios para que los participantes tuvieran la opción de conversación cercana con cada expositor, en las salas magistrales los expertos debían bajar a la asamblea por unos 15 minutos y si alguien gustaba de intercambiar opiniones, se acercaba y las planteaban de manera directa, lo cual facilitó la generación de redes de contacto y amistad. Otro espacio interesante era la “zona Indaba”, donde la organización planteaba una temática interesante de conversación y los interesados se acercaban a compartir experiencia y soluciones; era un espacio más relajado y distendido.
– ¿Qué te gustó de Sudáfrica?
Fue un viaje breve pero intenso, intenté realizar lo que más pude entre actividades de congreso y turismo. Creo que lo que más valoro de este viaje fue el observar a nuestros colegas de otros lugares del mundo y saber que, como kinesiólogos en nuestro país, hemos crecido en formación. Pero, por sobre todo, que podemos llegar a ser muchísimo más de lo que hemos alcanzado hasta ahora, lo que me deja motivada y con desafíos tanto personales como profesionales. El viaje es tan largo que no se puede desperdiciar la oportunidad de conocer lugares típicos, por ejemplo, tuve la posibilidad de realizar un safari, recorrer la península de Ciudad del Cabo, y disfrutar de la comida y su gente.
– ¿Alguna anécdota del viaje o de la estadía allá?
-No sé si esto responde la pregunta… un día fuimos a conocer la prominente Table Mountain, es una montaña de cima plana en un lugar muy conocido de Ciudad del Cabo. Es una importante atracción turística y desde el 11 de noviembre de 2011 es una de las Siete Maravillas naturales del mundo. Existen dos formas de subirla, por teleférico o haciendo una excursión de aproximadamente cuatro horas. Como buenos deportistas decidimos subirla caminando y fue realmente agotador, subestimé por completo la pendiente, ¡pero finalmente logré el objetivo! El día nos acompañó mucho con un gran sol que me permitió ver en su totalidad el océano atlántico y la ciudad, realmente hermoso.
Escrito por: Sonia Tamayo