Consumo de ansiolíticos aumenta en un 40% tras el terremoto
Tras el impacto del terremoto, tsunami, seguidillas de réplicas, reconstrucción de vivienda, tacos e incluso un gran apagón, no es de extrañar que muchas personas estén pasando por un momento de estrés y que recurran a los ansiolíticos. El psiquiatra Carlos Cruz, académico de la Facultad de Medicina de la U. Andrés Bello, calcula que […]
Tras el impacto del terremoto, tsunami, seguidillas de réplicas, reconstrucción de vivienda, tacos e incluso un gran apagón, no es de extrañar que muchas personas estén pasando por un momento de estrés y que recurran a los ansiolíticos. El psiquiatra Carlos Cruz, académico de la Facultad de Medicina de la U. Andrés Bello, calcula que su consumo en marzo ha aumentado en un 30 a 40%.
Desde el pasado 27 de febrero los especialistas detectan un notorio aumento en el consumo de ansiolíticos como el Diazepán, Alprazolam y Clonazepam. Aunque su consumo moderado y acotado no es directamente perjudicial, el especialista advierte que debe ser consumo bajo estricto control médico.
Esto significa usarlo algunas semanas y después suspenderlo: “Cada ansiolítico tiene dosis promedio de uso que hay que respetar y, si se requiere una mayor cantidad hay que hacer una evaluación más exhaustiva”, explica el doctor Carlos Cruz, académico de la Faculta de Medicina de la U. Andrés Bello. Por lo mismo, advierte, ninguna persona está capacitada para automedicarse con tipo de drogas.
A pesar de esto el psiquiatra reconoce que es muy probable que el consumo de ansiolíticos en el periodo post terremoto tenga un aumento de entre el 30 y 40%. Estos medicamentos requieren de una prescripción médica. Sin embargo, en este periodo de crisis, muchos han recurrido al mercado negro para adquirir estos fármacos, incluso a un mayor precio.
Uso sin receta
Pero su uso indiscriminado tiene consecuencias, ya que todo ansiolítico debe ser indicado por un médico.
En caso de que el paciente este muy ansioso, asustado, alterado, irritable, con alteraciones del sueño o con cualquier síntoma producto del estrés que causan estas situaciones traumáticas como la que hemos vivido los chilenos, se debe acudir a un médico general o especialista (psiquiatra) para que el profesional prescriba el medicamento más adecuado para su estado.
También es posible optar por otras terapias alternativas que ayuden al bienestar de la persona. Los especialistas de la UNAB recomiendan realizar algún deporte, aromaterapia, reiki o consultar al químico farmacéutico para que le recomiende algún producto natural (de libre venta) en base a hierbas medicinales (elaborados en base a extractos de valeriana, pasiflora, melissa, canela, romero, esencia de limón) que ayuden a mejorar las alteraciones del sueño o estado del ánimo.
Sonia Tamayo
stamayo@unab.cl
Escrito por: Prensa-UNAB